La Dirección General de Música y Teatro, dispuesta a realizar "una política de pies en la tierra"

La Dirección General de Música y Teatro, del Ministerio de Cultura, realiza «una política de pies en la tierra, con rigor en la administración de los presupuestos y llevar sus actividades a todos los españoles», según explicó ayer a EL PAIS su titular, Juan Antonio García Barquero, quien resalta la falta de medios económicos para llevar a cabo diversos proyectos musicales y teatrales. El presupuesto del departamento para 1981 es de 1.700 millones de pesetas, y para el próximo ejercicio será parecido.

«El problema recurrente es el dinero. La sociedad debe colaborar, y Estado, Gobierno y Parlamento deben tener presente que el presupuesto de Cultura no se puede comparar a los de otros países europeos».Juan Antonio García Barquero, sevillano, de 44 años, licenciado en Filosofía y con estudios musicales, lleva veintiún años de servicio en la Administración pública, con diversos cargos en el Ministerio de Cultura. En relación con la música y el teatro, ha sido crítico y fundador del grupo Lope de Vega, de Sevilla, y es autor de varios libros sobre teatro clásico español y teatro europeo.

García Barquero tiene presente su papel de funcionario de carrera por oposición para cumplir los objetivos que entiende debe cumplir en el Ministerio de Cultura: el fomento de la iniciativa privada, mediante subvenciones y asesoramientos, y la gestión directa de realizaciones musicales y teatrales. La etapa actual de drásticas reducciones en los Presupuestos Generales del Estado, en especial en la sección de Cultura, obliga, según García Barquero, a que la propia sociedad sostenga también las actividades culturales. A lo largo de la conversación, los proyectos teóricos se enfrentan a la realidad de los presupuestos.

Relaciones cordiales

Los dos temas culturales que han ocupado estos días parte de la actualidad, la situación de la Orquesta Nacional de España, que no tendrá director titular en las dos próximas temporadas, y los cambios en la dirección del Centro Dramático Nacional, son tratados por el director general de Música y Teatro sin ánimo de protagonismo, lo que ha podido provocar una cierta confusión en el desarrollo de los últimos acontecimientos. Las referencias a los nombres propios, como Jesús López Cobos, Antoni Ros Marbá, Nuria Espert, José Luis Gómez, Ramón Tamayo, Tomás Marco y José Luis Alonso, van precedidas por una identificación de cordialidad en las relaciones y un respeto por las decisiones personales.El director general de Música y Teatro, Juan Antonio García Barquero, confirmó ayer que Jesús López Cobos, según contrato, contestará a finales de 1982 a la propuesta de ser director titular de la Orquesta Nacional de España (ONE) a partir de la temporada 1983-1984. «Mantenemos unas relaciones cordialísimas, y le gusta la forma profunda y seria de mi trabajo. No debo forzar una decisión, teniendo en cuenta sus compromisos». En las dos próximas temporadas aumentará su presencia en la orquesta, en número de conciertos y en reformas estructurales, al unir al organismo autónomo Orquesta y Coro Nacionales de España un reglamento, cuyo estudio está avanzado, que será aprobado por decreto. Al director gerente del organismo, Javier Rubio, que abandona el cargo, le podría suceder Tomás Marco, si se llega a un acuerdo.

Existe la intención de aumentar la programación de conciertos en Madrid, de acuerdo con el aumento de la demanda, al mismo tiempo que se potencian las siete orquestas sinfónicas existentes en España con la distribución de un presupuesto que no supera los setenta millones de pesetas. Unas temporadas populares de música sinfónica podrían desarrollarse en Madrid, a cargo de la orquesta del teatro de la Zarzuela, pendiente de estudio.

Apostar por el Centro Dramático

García Barquero anunció ayer que la próxima etapa del Centro Dramático Nacional será de «rigurosa administración», frente a la primera fase de creatividad y expansión. «He elegido y apostado por concentrarnos en un local en Madrid y potenciar los montajes del Centro Dramático en provincias».La próxima semana se despejarán las incógnitas en torno a la continuación del Centro Dramático, ya que el director general no quiere imponer «de forma dictatorial» un determinado modelo. De los codirectores actuales, Nuria Espert abandona y es posible que se retire también Ramón Tamayo. Sigue pendiente la decisión de José Luis Gómez, su caso no está cerrado hasta conocer su postura personal. «Dentro o fuera del Centro siempre tendrá un sitio par a poner La vida es sueño y mantener su taller de teatro». La temporada del María Guerrero comenzará con La hija del aire, de Calderón, y en enero, El pato salvaje, de lbsen, si acepta este montaje José Luis Alonso.

La nueva estructura del Centro Dramático dependerá de estas últimas decisiones personales. Por su parte, García Barquero opina que hay que recuperar los clásicos españoles (Echegaray, Enrique Gaspar, Benavente, son citados expresamente), y otras grandes obras del teatro universal, así como algún autor nuevo decantado. Otros aspectos hacen referencia a la potenciación de asociaciones de espectadores y las subvenciones prioritarias al teatro profesional y a las salas de programación concertadas.