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La policía trató de impedir ayer la difusión del documento

La policía intentó impedir, en la madrugada de ayer, la difusión del periódico madrileño Diario 16, que estuvo prácticamente secuestrado durante cinco horas. Algunos ejemplares del diario fueron recogidos por la policía en los quioscos a los que habían sido distribuidos, pero Diario 16 pudo finalmente salir a la calle con normalidad, poco antes de las nueve de mañana. En la edición de ayer del citado periódico se publicaba la primera parte de un trabajo periodístico sobre la conspiración previa a la fallida intentona del pasado 23 de febrero.

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Informaciones similares obraban en poder de los directores de varios periódicos de provincias vinculados a la cadena Colpisa. La policía se personó en, por lo menos, seis de estos diarios, en la madrugada de ayer, mientras que en otras capitales se registraban llamadas de los Gobiernos Civiles a los responsables de los periódicos, en las que se les advertía, e incluso amenazaba, con acciones policiales y judiciales, contra la difusión de esas informaciones. Ninguno de esos diarios las publicó ayer.

En Madrid, dos inspectores del Cuerpo Superior de Policía se personaron en la sede de Diario 16, poco después de las 3.30 de la madrugada, e indicaron que eran portadores de una orden verbal para que se detuviera inmediatamente la rotativa en la que se estaba tirando la edición de ayer del periódico. El redactor-jefe, responsable en ese momento del diario, se negó a detener las máquinas sin una orden escrita de la autoridad judicial.

Tras una segunda visita de inspectores de policía en la que de nuevo se pide la detención de la rotativa, sin presentación de una orden judicial, varios coches policiales del tipo Z y furgonetas de la Policía Nacional bloquearon la salida del edificio del periódico, en la calle de San Romualdo. Uno de los vehículos policiales se atravesó en el muelle de carga, para impedir que los ejemplares del periódico pudieran llegar a las camionetas de reparto. Poco después, efectivos de la policía recogieron ejemplares de Diario 16 en algunos quioscos a los que había sido distribuido.

El director del periódico, Pedro J. Ramírez, mantuvo una conversación telefónica con el director general de la Seguridad del Estado, Francisco Laína, quien le informa de que el juez especial que entiende en los sucesos del pasado 23 de febrero, García Escudero, está considerando una posible violación del secreto sumarial de dicho caso. Por otra parte, el director general de la Seguridad del Estado indicó al director de Diario 16 que la edición de ayer estaba fuera de la legalidad, al no haberse realizado el depósito previo de ejemplares en el Ministerio de Cultura, según lo dispuesto en la ley de Prensa e Imprenta de 1966, la llamada «ley Fraga».

Pedro J. Ramírez respondió que tal requisito era algo obsoleto y citó a destacados constitucionalistas en apoyo de sus argumentos, ya que cualquier ley que contradiga la Constitución queda automáticamente derogada. De cualquier modo, el director del diario madrileño decidió cumplir con esa formalidad, y diez ejemplares del periódico fueron depositados en el Ministerio de Cultura a las 8.17 minutos de la mañana. Media hora más tarde, no existir secuestro judicial, y de acuerdo con la ley de 1966, el periódico se pudo distribuir normalmente. Las «medidas cautelares», según expresión de la policía, tomadas en el muelle de carga del diario fueron levantadas y se permitió su distribución y venta.

Según informó la agencia Europa Press, el fiscal general presentó, en la tarde de ayer, una querella contra Pedro J. Ramírez, por supuesta desobediencia a la autoridad, al no haber detenido la tirada del periódico. La querella ha sido aceptada a trámite por la autoridad judicial. Sin embargo, la misma agencia puntualizó después, citando círculos judiciales, que la única querella presentada contra Diario 16 fue la promovida por el fiscal ante el juez de guardia, en la madrugada del miércoles al jueves, y que, por tanto, no hubo ninguna otra.

Por su parte, la empresa editora de Diario 16 estudiaba ayer una serie de posibles querellas contra los responsables de la actuación policial, quienes podrían haberse excedido en sus funciones.

Por último, y según la agencia citada, círculos bien informados manifestaron ayer que el juez especial José María García Escudero ni está facultado para ordenar el secuestro de un periódico ni tiene atribuciones para ordenar al fiscal que sea él quien realice el secuestro. El citado juez no intervino en las medidas adoptadas contra Diario 16, aunque dictó una providencia hace unas dos semanas con el fin de aclarar la sospecha de una posible filtración de una parte del sumario de la causa que se instruye sobre los sucesos del 23 de febrero.

El Juzgado de Instrucción número 22, de guardia en el día de ayer, decidió que no había motivos para el secuestro del número correspondiente a ese día de Diario 16.

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