Estreno de una comedia de enredo de Calderón de la Barca en el teatro Español

El teatro español, de Madrid, se une a las celebraciones del tercer centenario de la muerte del dramaturgo Calderón de la Barca (1600-1681) con el estreno, hoy, de su comedia El galán fantasma, una obra poco conocida que se representó en 1635, en el teatro de palacio. La función se completa con exposiciones sobre Calderón y su tiempo y bocetos de Burmann de escenografías, montadas por Andrés Peláez.

La comedia El galán fantasma, con dirección escénica de José Luis Alonso, está interpretada por María José Goyanes, Ana María Ventura, Pedro María Sánchez, José María Guillén, María Garralón, José María Pou y otros, con figurines de Elisa Ruiz y escenografía de Javier Navarro. Con esta obra finaliza la presente temporada el teatro Español, y el contrato de José Luis Alonso como director artístico, quien reconoce que ha sido «un director fantasma», con un único espectáculo dirigido, «debido a las circunstancias y no siendo nadie culpable».«En este centenario de Calderón», declaró ayer José Luis Alonso, «era necesario representar alguna de sus comedias de enredo o cortesanas, una faceta importante en calidad y cantidad, ya que tiene un total de 52 comedias; todas ellas las leí el verano pesado y, después de una selección, elegí El galán fantasma, por ser muy atractiva de montaje y de una gran sabiduría teatral. Además no se limita a un simple juego de parejas, sino que posee una mayor originalidad y fantasía. El mismo autor gasta la broma de decir que El galán fantasma es el esposo de La dama duende, ambas escritas en su mejor momento».

De El galán fantasma, el director destaca su «bellísima versificación». «Me ha preocupado mucho», añade, «el gran escollo que supone a nuestros actores hablar en verso. En un primer trabajo desmontamos el texto palabra por palabra y concepto por concepto, y se volvió a reagrupar junto con el sentimiento y la emoción de los actores, con una gran libertad de movimiento, para que llegue al público de una forma diáfana».

Las comedias de Calderón, tipo El galán fantasma, según José Luis Alonso, son herederas de las comedias de celo y amor de Lope y Tirso. Son comedias de entretenimiento para la corte o los corrales y, «aunque en ellas había una norma estricta de conducta, burla burlando se habla del honor, de la verdad, una leve lección moral. En estas obras son asombrosos los hallazgos teatrales y el margen que ofrece para desentrañar el texto».

Fantasía, sorpresa e imaginación son ingredientes de las comedias de Calderón. «En El galán fantasma se afrontan todas las situaciones teatrales, sin imponer una lección moral. La obra tiene grandes posibilidades de convertirse en un espectáculo atractivo. Sobre un plano de geométrica armonía, el autor levanta un tinglado de peripecias y lances. Ofrezco la obra con alegría, con el ritmo etéreo que exige el texto y, sobre todo, con mucho amor».

La visión alegre y desenfadada del montaje, «que quiere en todo momento afeitar las barbas de Calderón», se une al ritmo cinematográfico de la escenografía.