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Moscú da un nuevo voto de confianza a los dirigentes polacos

El Kremlin parece otorgar de nuevo su confianza al régimen polaco. La pasada semana, una serie de artículos aparecidos en la Prensa soviética hacían creer justamente lo contrario: los dirigentes soviéticos habían retirado su crédito político al Gobierno de Varsovia, al que consideraban incapaz de enderezar la situación.

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Breznev se muestra tranquilizador sobre la situación de Polonia

Las palabras pronunciadas ayer por Leónidas Breznev ante los delegados que participan, en Praga, en el XVI Congreso del Partido Comunista de Checoslovaquia resultaban, en cambio, tranquilizadoras.«Los comunistas polacos, con el apoyo de todos los auténticos patriotas de Polonia, sabrán oponer, como es de esperar, la debida resistencia a las maquinaciones de los enemigos del régimen socialista», afirmó el jefe del Estado soviético.

Por lo demás, Breznev insistió en las tesis tradicionales sobre Polonia, que, según sus palabras, se encuentra asediada por los «enemigos de clase», que «tratan de hacer todo lo que pueden para impedir el avance del socialismo, derribándolo desde dentro».

El discurso de Breznev coincidía en el tiempo con un despacho de la agencia Tass -fechado en Varsovia-, en el que se recogía una serie de comentarios publicados ayer por el órgano del Ejército polaco, Zolnierz Wolnosci. Este diario opinaba también que sólo el Partido Obrero Unificado de Polonia (POUP, comunista) «puede encabezar el renacimiento y sacar al país de la crisis económica». Pero, en el mismo artículo se destacaba que, «en el partido no puede haber lugar para los vacilantes ni los indiferentes».

Algunos observadores piensan -y el comentario del órgano del Ejército polaco puede servir para alimentar esta hipótesis- que los dirigentes soviéticos confían en las propias fuerzas armadas polacas como última solución, siempre y cuando el POUP no llegue a encontrar su unidad.

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Paz y desarme

Breznev insistió también ayer, en su discurso de Praga, en la necesidad de la paz y el desarme. En este capítulo, sus palabras no añadieron nuevos datos a las propuestas hechas anteriormente en la apertura del 26º Congreso del PCUS.

El jefe del Estado soviético matizó, no obstante, el tema de la moratoria de los «euromisiles», como ya hiciera en el Kremlin, el pasado viernes, ante el ministro de Asuntos Exteriores de la República Federal de Alemania, Hans Dietrich Genscher.

«La moratoria», repitió ayer Breznev en Praga, «podría durar mientras no se concierte un tratado permanente de limitación o lo que sería más deseable, de reducción de los cohetes de alcance medio en ambas partes de Europa».

«Nuestra propuesta relativa a la moratoria», prosiguió, «no es un fin en sí, sino que ha sido hecha con el propósito de crear una atmósfera más propicia para las conversaciones».

El líder soviético, que negó que sus propuestas de paz hubieran sido hechas con «fines propagandísticos», reiteró que la balanza del poderío militar no se inclina actualmente a favor de la URSS.

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