Polémica en torno a la Muestra de Cultura Latinoamericana

«La cultura latinoamericana de hoy tiene que ser necesariamente una cultura crítica, pero esto no quiere decir que estos grupos los hayamos sacado de la guerrilla», declaró a este periódico José Monleón, responsable del Centro Español de Relaciones Teatrales con América Latina (CERTAL), a propósito de la polémica creada en torno a la II Muestra de Cultura Latinoamericana, patrocinada por la Diputación Provincial, que se viene desarrollando en Sevilla desde el pasado miércoles.El origen de esta polémica se encuentra en la negativa de Unión de Centro Democrático a votar favorablemente la subvención aproximadamente, 1.200.000 pesetas con que la Diputación ha contribuido a la puesta en marcha de esta muestra. El portavoz centrista en la Corporación, Miguel Sánchez Montes de Oca, justificó la postura de su partido en la firme creencia de UCD de que los actos programados obedecen a una orientación partidista y sesgada y en el incumplimiento de una serie de requisitos formales para la aprobación de la subvención.

Según Monleón, la I Muestra de Cultura Latinoamericana, desarrollada en Sevilla en 1980, sin incidencias y con el apoyo de UCD, estaba más escorada a la izquierda que esta edición, añadiendo que ninguno de los tres grupos teatrales invitados responde a planteamientos revolucionarios, y que sólo se ha tenido en cuenta, a la hora de la elección, su representatividad como ejemplos de un teatro normalizado, un teatro de exilio y un teatro de conflicto entre la cultura latina y la anglosajona.

A estas tres tipologías responden, respectivamente, el Teatro de la Universidad Autónoma de México, el Teatro Latino Americano Sandino y el Teatro Rodante Puertorriqueño de Nueva York, que actúa de forma habitual en Broadway. Junto a estas actuaciones teatrales, hay que destacar, dentro de la muestra, el recital de la cantante Soledad Bravo.

Es de resaltar, que la II Muestra de Cultura Latinoamericana ha recorrido ya diversas capitales españolas, sin que en ninguna de ellas se hayan producido reacciones hostiles por parte de los partidos parlamentarios. Precisamente, la última representación, que tuvo lugar en Huelva, contó con el pleno apoyo de la Diputación Provincial, de mayoría centrista.