Malestar en Oviedo por el trato privilegiado que reciben vascos y catalanes en el PEN

En medios empresariales asturianos existe un creciente malestar por el trato privilegiado que reciben vascos y catalanes en la adjudicación de los bienes de equipo y el montaje de las centrales térmicas previstas en el Plan Energético Nacional (PEN).

Concretamente, los nuevos grupos térmicos asturianos de Soto de Ribera, Cangas del Narcea y Aboño han sido adjudicados en gran parte a Babcock Wilcox y Mecánica de la Peña, ambas de Vizcaya, y a La Maquinista Terrestre y Marítima, de Barcelona.Los mismos medios empresariales asturianos aseguran que dicha adjudicación respondió exclusivamente a presiones políticas. Por este motivo, estiman que serán las empresas vascas y catalana las únicas grandes beneficiarias del PEN.

Babcock Wilcox habría sido la primera, según esta tesis, en recibir un trato preferente por parte del Ministerio de Industria, como consecuencia de la apelación de Carlos Garaicoetxea a Adolfo Suárez a la grave situación de la empresa que podría deteriorar aún más la conflictividad social del País Vasco. Mecánica de la Peña, del grupo Erhard, supo subirse al mismo carro hábilmente, de la mano del ex ministro de Industria Carlos Pérez de Bricio. Una vez hecha esta concesión resultaba inevitable compensar a los catalanes a través de La Maquinista Terrestre y Marítima, en la que como en Babcock Wilcox tiene una importante participación el Instituto Nacional de Industria (INl), según las fuentes consultadas.

En Asturias, argumentan los mismos medios, existe suficiente capacidad técnica y competitividad para la ejecución de los proyectos de los nuevos grupos térmicos ubicados en esta región. Sin embargo, la mayoría de los componentes destinados a las centrales de carbón, previstas en el PEN, han sido adjudicados a las tres empresas citadas.

Fuentes solventes estiman que la fabricación de los bienes de equipo y el montaje de las centrales a construir en Asturias habrían representado de ser realizados por empresas asturianas, la creación durante cuatro años de unos 3.000 puestos de trabajo directos.

La adjudicación de los bienes de equipó a las empresas vascas y catalana de los grupos térmicos asturianos representa un coste total de 90.000 millones de pesetas, de los cuales unos 6.000 millones corresponderán al montaje, que podría escaparse, igualmente, a empresas asturianas.