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Un inventor español patenta la producción de electricidad mediante la energía de las olas

Un inventor español, Angel Rodríguez Carbajo, mecánico de profesión, acaba de patentar un sistema de obtención de energía eléctrica a partir del movimiento de las olas del mar. El estudio teórico y el análisis numérico de todas las implicaciones que comporta el invento han sido verificados por diversos ingenieros y por especialistas en temas energéticos, quienes han declarado su impresión favorable por el sistema, aunque esperan su puesta en práctica, primero en modelos a escala reducida y posteriormente en modelos a escala real, para dar una opinión definitiva.

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Un viejo sueño científico

Ningún centro de investigación, privado u oficial, tiene aún conocimiento del invento, aunque la idea de Angel Rodríguez es hacerlo llegar a los organismos competentes en España.El objeto de la invención es la obtención de energía eléctrica a partir de la fuente inagotable que es la energía cinética de las olas del mar. La realización práctica aprovecha el principio del funcionamiento de una central hidráulica, aunque las presiones para el funcionamiento de las turbinas se obtienen de forma diferente, sin necesidad de establecer embalse alguno. Dichas presiones son creadas por el oleaje marino, cuya energía es captada mediante unos flotadores; éstos, a su vez, alimentan a unas bombas de pistón que producen una presión de agua en circuito cerrado que es la que generará en las turbinas la electricidad, del mismo modo que el agua de un embalse, al caer, mueve las turbinas de una central hidroeléctrica.

La central ideada por Angel Rodríguez debe ser flotante y totalmente autónoma, teniendo como única conexión con tierra, los conductores portadores de la electricidad producida, con el fin de no verse afectada por el desnivel de las mareas (flujo y reflujo). De todos modos, es perfectamente posible conectarla, mediante conductos elásticos para llenado de líquidos y otros usos, con tierra firme, dada la proximidad a la costa de la central.

La estructura metálica que soporta la tubería, los flotadores y las bombas se apoyará en unas plataformas que serán montadas realizando un vaciado en la zona costera, con el fin de que el movimiento de las olas no les afecte. Sobre dichas plataformas se dispondrán las turbinas. Para evitar totalmente cualquier pequeño movimiento de toda la estructura, se montarán cilindros amortiguadores acoplados mecánicamente a dicha estructura.

Cálculo de rentabilidad

Un cálculo teórico para una central de un kilómetro de longitud con doble sistema de bombas, en la que los flotadores tendrían seis metros de longitud y ocho metros de diámetro, y cada bomba un metro de diámetro, con un desplazamiento de pistón de cincuenta centímetros, y suponiendo que cada flotador hará trabajar tres bombas a la vez, nos da las cifras siguientes:

Número total de flotadores en la central: 332.

Número total de bombas: 996.

Si la frecuencia de bombeo es de cuarenta movimientos por minuto, cada bomba nos dará un aforo de 261 litros por segundo, lo que supone un total de 260 metros cúbicos por segundo para toda la central. Si este sistema de bombas trabaja a una presión equivalente en una central hidroeléctrica a cien metros, obtendríamos en las turbinas uña potencia de 310.000 caballos, es decir, unos 228.000 kilovatios.

Cabe la posibilidad de imaginar todo tipo de variaciones, desde centrales más cortas, pero con más flotadores y bombas (por ejemplo varías filas en lugar de una sola), hasta centrales aún más grandes y técnicamente posibles, al menos en teoría.

En cualquier caso, las potencias que se pueden obtener en centrales de tamaño considerable, pero sin gigantismos, son extremadamente interesantes. Por supuesto, los pesos y tamaños de las estructuras son importantes; por ejemplo, el peso del flotador con sus tres bombas es de unas veinte toneladas. Pero la obtención de gran cantidad de electricidad prácticamente gratuita, siempre que haya olas, compensa sobradamente los costes de instalación, en opinión del inventor español.

Cabe incluso la posibilidad de considerar la instalación de varias centrales interconectadas entre sí, de tal forma que las irregularidades de funcionamiento, debidas a lo aleatorio del oleaje, fuesen mutuamente compensadas, obteniéndose así un rendimiento final bastante lineal.

Por lo que respecta a la salvaguardia de todo el sistema en caso de fuerte temporal, cabe imaginar la instalación de una protección cubriendo todo el frente de entrada del oleaje, en forma de pantalla suspendida por contrapesos y regulada por servomecanismos, permitiendo el paso del agua necesaria para el trabajo de la central y destruyendo el resto de la ola.

Según declaraciones de Angel Rodríguez a EL PAIS, su invención puede resolver de forma satisfactoria los problemas energéticos de un país que, como España, tiene un perímetro formado en sus cinco séptimas partes por agua.

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