Diputados socialistas denuncian el abuso de publicidad de juguetes en televisión

Cuatro diputados socialistas -Antonio Piazuelo, Rafael Ballesteros, Pedro Bofill y Adela Pla- han formulado esta semana al Gobierno una serie de preguntas sobre la última campaña publicitaria infantil de RTVE destinada a promover, mediante anuncios en Televisión Española, la adquisición de juguetes. Los firmantes de la pregunta afirman en la exposición de motivos que Televisión Española no cumple las normas de la Comisión de Vigilancia de Publicidad aprobadas en 1974 y que tampoco respeta las recomendaciones de Unicef en esta materia.

«La campaña propagandística de RTVE relacionada con los juguetes », escriben los cuatro diputados, «ha significado un abuso de este importante e influyente medio de comunicación. Ha resultado sobrecargada, obsesiva y encaminada a presionar fuertemente tanto a los padres como a los niños. En opinión de la Prensa, esta publicidad ha sido una gran mentira y ha significado un completo falseamiento de la realidad ».La pregunta recoge en primer lugar los datos relativos a la publicidad infantil emitida a finales del año pasado con ocasión de las fiestas de Navidad y de Reyes y pide del Gobierno una información exacta sobre el número de anuncios, su duración y los ingresos recaudados por Televisión Española. Los cuatro diputados preguntan también por los sistemas de control para este tipo de publicidad y por las posibles iniciativas legislativas, al objeto de evitar abusos similares en el futuro. Televisión Española habría emitido, según los autores de la pregunta, más de 5.000 anuncios de juguetes, que representan un total de veintiséis horas de emisión al año, con unos ingresos que estiman en torno a los mil millones de pesetas. El precio de cada anuncio oscila entre las 300.000 y 600.000 pesetas, cuando el anunció es de veinte segundos. Este hecho permite suponer, en opinión de los cuatro diputados socialistas, que «sólo las más grandes empresas dedicadas a la fabricación de juguetes pueden hacer uso de esta publicidad».

Los mensajes publicitarios van destinados, se añade en la pregunta, a una población de niños y adolescentes próxima a los diez millones de personas, de la que el 80%, según encuestas, «prefiere los juguetes que han sido promovidos por la publicidad de RTVE».

Respecto al incumplimiento de las normas de la Comisión de Vigilancia de Publicidad y a la no observancia de las recomendaciones dadas por Unicef, con ocasión del Año Internacional del Niño, se mencionan los siguientes ejemplos: «Se ha seguido promoviendo la adquisición de juguetes bélicos, de juguetes morbosos y enfermizos, de juguetes poco recreativos, que no posibilitan la imaginación ni la inventiva de los niños. Se ha insistido, a través de esta campaña publicitaria, en los juguetes diferenciados para niñas y niños (muñecas y equipos de limpieza para las niñas), diferenciación que tiende a distribuir papeles dentro de la sociedad desde los primeros años. Esta diferenciación es propia de una sociedad discriminatoria con las mujeres. La campaña publicitaria de RTVE ha olvidado que dentro de la actividad del niño lo importante es el juego y no los juguetes, que la cuestión más importante a considerar es la actividad que el niño desarrolla y no los instrumentos que emplea para la misma (juguetes)».

Deformación de la juventud

La serie de preguntas que exponen los firmantes alega, por último, como fundamento para su formulación, «estos graves hechos, que tienden a engañar a los niños y a los mayores y, muchas veces, a deformar a la juventud ».Ernesto Garrido Jiménez, presidente de la Asociación Unicef-España, envió recientemente al director general de RTVE un amplio informe y una instancia para que se adopten medidas urgentes al objeto de fijar «una política clara con respecto a los niños en nuestro principal medio de comunicación social», y con el fin de «poder crear una generación responsable ante los mensajes de Televisión Española».

El presidente de Unicef recuerda en otro documento remitido al nuevo director general, Fernando Castedo, que Televisión Española suspendió desde enero de 1980 « los mensajes que en la forma de spot publicitario efectuaban llamadas a todos los sectores de la sociedad, a nivel individual, para unir aportaciones y esfuerzos de instituciones no oficiales con fines humanitarios».