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Millares de personas asisten en Lisboa a la retrospectiva de la obra de Pablo Serrano

La exposición de Pablo Serrano en Lisboa ha sido considerada por la crítica portuguesa como «un gran acontecimiento en el panorama de las artes plásticas» en Portugal. Por iniciativa de la Fundación Calouste Gulbenkian, y con la colaboración de la Embajada de España, millares de personas han podido efectuar un «paseo» a través de la obra de Serrano, a lo largo de treinta años.

En efecto, la centena de obras expuesta ofrece una retrospectiva casi completa de la producción del escultor, desde los hierros de los Ritmos en el espacio-, de los años cincuenta, hasta las actuales Lumínicas. Una sala entera ha sido dedicada al tema del pan, enfatizando la importancia de la comunión-comunicación en la fase actual de la producción de Serrano.No faltaban a la retrospectiva algunos ejemplos de retratos (bustos y cabezas de bronce, entre las cuales se halla la formidable cabeza de Antonio Machado) y algunas de las Variaciones libres hechas por Serrano sobre los temas de algunos de los más famosos cuadros del Prado, de Velázquez y Goya, principalmente.

Serrano estuvo presente para la inauguración, en diciembre, y quiso organizar un happening con una Quema del objeto nocturna en los magníficos jardines de la fundación. La belleza del espectáculo dejó bastante frío al público oficial pero Serrano no escondía su satisfacción por la realización de una exposición de esta envergadura y admitió que es muy difícil su montaje en España, por falta de un es pacio que reúna las condiciones -dimensión y luminosidad- de las salas de la Fundación Gulbenkian.

El arquitecto Sommer Ribeiro director de exposiciones de la fundación, subrayaba, por su parte, el esfuerzo que representó la organización de esta exposición. Fue preciso reunir decenas de obras dispersas en museos y colecciones extranjeras, con todas las dificultades inherentes al transporte, por ejemplo, de una pieza como la Piedad, de varias toneladas, que vino de Nueva York.

La crítica portuguesa se ha ceñido a analizar la «filosofía» de la obra de Serrano, su «humanismo» y a divulgar los datos biográficos de un artista relativamente poco conocido del gran público portugués. Pero Serrano, que dice que su obra está justificada con tal de decir «algo a algunas personas singulares» habrá quedado plenamente satisfecho por la acogida de un público anónimo que frecuenta las exposiciones de la Fundación Gulbenkian en Lisboa: millares de personas, con gran afluencia dejóvenes, han desfilado delante de las obras, que estarán expuestas hasta el próximo 25 de enero.

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