Oposición radical de los ganaderos a la ampliación del parque nacional de Covadonga

El proyecto del Instituto de Conservación de la Naturaleza (Icona), de reclasificación y ampliación del Parque Nacional de Covadonga a todo el macizo central y parte del oriental de los Picos de Europa, que será asumido con toda probabilidad por el Gobierno, encuentra una fuerte oposición en los ganaderos de la zona afectada, entre quienes, curiosamente, el PSOE acaba de iniciar una campaña de concienciación para convencerles de las ventajas de una iniciativa de la administración que los socialistas pretenden complementar con medidas que favorezcan el mantenimiento del hombre en tanto que elemento esencial del ecosistema.

Con los nuevos límites propuestos por el Icona, la superficie actual del parque se vería duplicada. Al respecto, Jesús Sanjurjo, secretario general del PSOE, partido mayoritario en Asturias, manifestó a EL PAIS: «Somos conscientes de que estamos echando un capote a la Administración, pero también tenemos en cuenta que, si no protegemos la zona, los Picos de Europa acabarán sufriendo la agresión de los especuladores. De hecho ya se habla de algunos proyectos turísticos descabellados que serían auténticos atentados contra la naturaleza. La actitud de los campesinos», continúa, «está motivada por su aversión al Icona, que les ha maltratado con el parque actual; pero hay también otra oposición: la de los caciques que persiguen fines especulativos y que, sin duda, plantearán problemas internos a UCD. Nosotros somos partidarios de ampliar el parque en defensa del ecosistema, pero también queremos proteger los asentamientos de población mediante la aplicación de exenciones de impuestos en las construcciones rústicas, ayudas y subvenciones para la electrificación y mejora de la infraestructura y de los equipamientos».

El proyecto de los campesinos

La Unión de Campesinos Asturianos (UCA-COAG) presentará, por su parte, un proyecto propio de ampliación del parque. Miguel Angel García-Dory, ingeniero agrónomo próximo a UCA y experto en temas ecológicos, entiende que si el Estado quiere un parque nacional deben ser todos los españoles quienes lo paguen -«es además pura calderilla»-, y no los ganaderos afectados, a quienes, por el contrario, es preciso mimar para que continúen practicando el pastoreo de alta montaña. Emilio García-Pumarino, consejero regional de agricultura y presidente regional de UCD, afirma que su partido tendrá en cuenta las opiniones de los campesinos y de los ayuntamientos de la zona.El actual parque nacional de montaña de Covadonga tiene una extensión de 17.000 hectáreas, de las cuales un 60% están en Asturias, y el resto, en Cantabria y León. Fue creado en 1918 para «conservar este lugar único en el mundo, en el cual sea posible la contemplación de animales salvajes viviendo tranquilos en su ambiente natural y sin ser molestados por nadie», según puede leerse en el decreto que fijó sus límites. Se encuentra situado en el macizo occidental de los Picos de Europa, y en su centro geométrico se levanta la mole de Peña Santa de Castilla, con 2.586 metros de altura sobre el nivel del mar.

La parte occidental de la cordillera de los Picos de Europa está incluida prácticamente en su totalidad en el parque. La disposición de los estratos verticales del macizo montañoso da origen a las típicas gargantas, entre las que sobresale de forma impresionante la del río Cares. Dentro del parque se encuentran los lagos Enol, a 1.070 metros, y la Ercina, a 1.108 metros. Miguel Angel González Muñiz destaca entre su flora la existencia de hayas, abedules, fresnos, castaños, avellanos, acebos y robles. Su vegetación herbácea es muy rica. La fauna está representada por corzos, jabalíes, lobos, zorros, gatos, numerosas especies de aves, entre ellas el urogallo, y, sobre todo, rebecos.

Recelo de los ganaderos

Los ganaderos de los municipios asturianos de Amieva, Cangas de Onís, Onís y Cabrales comenzaron a sufrir los efectos negativos del parque a partir de la guerra civil española. Mientras eran multados sin consideración por una simple operación de retejar sus cabañas, contemplaban sorprendidos la tolerancia del Icona en talas como la llevada a cabo en los años cincuenta en el bosque de hayas de Pome o ante la apertura de explotaciones mineras de hierro y manganeso.Las drásticas restricciones impuestas a los campesinos contrastaban con la pasividad ante el ejercicio de actividades industriales, que, como señala González Muñiz, no sólo rompen el conjunto armónico de] paisaje y destruyen amplios sectores del parque, sino que ponen en peligro de contaminación sus ríos y arroyos. En opinión de Miguel Angel García-Dory, el Icona ha pretendido ahuyentar a los ganaderos. Por eso, cualquier iniciativa de este organismo tropieza hoy con una oposición radical entre los vecinos afectados.

Jesús Sanjurjo entiende que el parque, por el contrario, debe defender tanto el espacio natural como el medio de vida del ganadero, puesto que la contribución de éste es decisiva para conservar la flora y fauna tradicionales. Pero es que, además, los quesos de Cabrales se producen con la leche de las cabras, ovejas y vacas de estos ganaderos. El queso de Cabrales, con los de los Beyos y Gamonedo, hechos también de forma artesanal con la leche del ganado de la alta montaña de esta zona comprendida entre los concejos de Amieva, Onís y Cabrales, son de los de más renombre de España. Juan Valle, ingeniero del Icona, asegura que este instituto, en contra de las críticas que recibe, pretende fomentar el pastoreo de montaña como actividad fundamental del parque.

Con la ampliación del parque al macizo central de los Picos de Europa quedarán incluidos en su recinto tres núcleos de población: Bulnes, Caín y Camarmeña. El primero, situado en la más clásica ruta de acceso al Picu Urriellu, o Naranjo de Bulnes, de 2.519 metros de altura, sin duda la más famosa de las montañas españolas en cuanto a la práctica del alpinismo. Es unánimemente reconocido que el montañismo español nació en las paredes de este gran monolito de caliza, con la escalada protagonizada el 5 de agosto de 1904 por el marqués de Villaviciosa y Gregorio Pérez el Cainejo. Fue precisamente Pedro Pidal, marqués de Villaviciosa, el principal impulsor del parque de Covadonga, en cuyos confines se encuentra enterrado, concretamente en el paraje denominado Mirador de Ordiales.

Los Picos de Europa son un enorme bloque de caliza carbonífera, dividido en tres macizos perfectamente diferenciados: el occidental se extiende entre los ríos Dobra y Cares; el central, entre el Cares y el Duje, y el oriental, situado en tierras de Liébana, en Cantabria. El macizo central tiene cumbres de gran belleza, como Torre Cerredo (2.648 metros), el Llambrión (2.617), la Peña Vieja (2.613 metros) y el Naranjo de Bulnes.

El parque tendrá una superficie de 42.975 hectáreas

Una de las novedades que introduce la nueva delimitación del parque es la salida del Real Sitio de Covadonga de su recinto para incorporarse a una zona denominada preparque, que hará el papel de colchón protector. El parque nacional estará regido por un patronato formado por representantes de la Administración central, los organismos autonómicos de Asturias, Cantabria y León; los ayuntamientos afectados, grupos dedicados a la defensa de la naturaleza y otros.El parque ampliado comprenderá los tres macizos de los Picos de Europa y tendrá, según el proyecto del Icona, una superficie de 42.975 hectáreas, además de 38.125 hectáreas dedicadas a zona de protección o preparque. El nuevo trazado trata de excluir del recinto las explotaciones carboníferas y la propiedad privada. De la zona de parque quedarían dentro de Asturias; 26.500 hectáreas; en León, 9.075, y en Santander, 7.400 hectáreas. De la zona de protección corresponderían 15.025 hectáreas, a Asturias; 11.625, a León, y 11.475, a Santander.