Mamá, un grupo "pop" madrileño en busca de la normalidad
En el recién nacido panorama del pop madrileño ha surgido todo tipo de organismos. Los hay cibernéticos, como el Aviador Dro; coloreados, como Alaska y los Pegamoides; o inexistentes, como las Batty Bop; casi experimentales, como Los Zombies, o casi experimentales, como Radio Futura. Dulces, siniestros y normales. Mamá se encuentra en la última hornada. Su primer elepé, en edición limitada se agotó a las dos o tres semanas de su puesta a la venta (en Madrid), pasó a objeto de especulación en Barcelona, y ahora sale un single. Empiezan los problemas. Imagen, actuaciones, futuro, ser y no ser del grupo más escuchado de la capital.
«Yo creo que no salimos en Madrid por casualidad. Onda 2 FM apoyó nuestras cintas en la radio, se escucharon, y casi sin buscarlo, sin mover un dedo, nos encontramos con la posibilidad de hacer un disco. Se graba, se promociona, se escucha, y todo eso resulta algo raro, porque tal vez el día en que salgamos a actuar fuera de Madrid nos tiren tomates y toda la bonita historia se venga abajo».Gente de carrera, estudiantes, clase media y unos intereses determinados. Eso son. «Es evidente que nosotros hacemos música para un determinado tipo de gente, de la misma manera que Coz o Leño la hacen para el personal de barrios. Este es un movimiento de clase media, pero es que nosotros estamos ahí, y ya está, pues qué le vas a hacer».
Y la clase media toma el poder y crea un movimiento y lo intelectualiza. Aunque sea música o, precisamente, por ser música.
«La cuestión es que hay grupos que parecen querer montar un rollo de elite, un movimiento con sus revistas, su estética, sus mitos y todo lo demás. En resumidas cuentas, hay quienes van de elite y snobs (coinciden en todos sus gustos, como si lo tuvieran ensayado, es increíble) y quienes van de normales. Nos dirigimos a la misma gente y podemos vender los mismos discos. Al final, si alguien encuentra muy divertido pintarse el pelo, el mismo. A lo mejor dentro de unos años todos vamos con el pelo teñido..., a lo mejor es lo normal».
Dentro de unos años «nadie sabe lo que va a pasar. Lo que nosotros mismos hagamos, depende cómo lo vea la gente dentro de tres años. Y no es que la gente nos lleve, es que nosotros somos parte de esa misma gente y lógicamente evolucionaremos con ella».
Total, que parados en una estación de Metro no se nota que son un grupo de rock. «Nosotros nos manifestamos en directo cuando tocamos. Allí estamos montando la bronca y esa es nuestra postura, no tratamos de comerle el coco a nadie. El día que queramos contar muchas cosas y organizar una ideología, ya no será lo mismo. A lo mejor pasa, pero ahora, cuando bajamos del escenario, en vez de irnos a Waikiki Beach, nos vamos al cine o a emborracharnos, depende».
O a contar cómo sufren porque les ha dejado la chica. «Es que ya no pienso que hagamos buenas letras, entre otras cosas, porque no sabemos escribir bien. Y en cuanto a la temática, se trata, en primer lugar, de que las letras no fastidien la melodía. Lo más sencillo es hacer canciones sobre tías, la letra te entra por cualquier sitio. Aparte de ello, casi nadie se va a Groenlandia y a casi todos nos ha dejado la chica. Es la típica historia del pop».
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