Cuba, a la defensiva
La explicación, si no la justificación del celo purificador de Castro, reside en la elección de Ronald Reagan. El éxito del candidato republicano ha sido considerado como un verdadero desastre en La Habana, en la medida en que Reagan y algunos de sus consejeros han propuesto un nuevo bloqueo de Cuba como represalia contra una acción intempestiva de la URSS, bien sea en Africa, en Afganistán o, eventualmente, en Polonia. Este género de declaración no puede más que reforzar el complejo de rehén que sufre Cuba y que sus dirigentes no dejan de explotar.En su discurso-río del miércoles, Castro atacó a las fuerzas reaccionarias que acaban de instalarse en el poder en el más poderoso país imperialista, y agregó: «Reagan y sus consejeros han hablado de imponer un bloqueo militar a Cuba si la Unión Soviética adopta una iniciativa en cualquier rincón del globo. Esta idea es repugnante y cínica. Estamos dispuestos a defendernos contra todo bloqueo americano o invasión imperialista yanqui». El fundador del régimen cubano amenazó igualmente a Estados Unidos con dejar partir de su país todos los elementos indeseables en el caso en que Washington continuase estimulando a sus opositores políticos.
Una vez más, los ingredientes existen para que una nueva crisis americano-cubana se desencadene rápidamente: de un lado, la nostalgia de la política de mano dura; del otro, un antiamericanismo cuidadosamente cultivado ( ... )
19 de diciembre
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.