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Edición facsímil de "La Gaceta Literaria", órgano de la generación del 27

Giménez Caballero: "La revista fue pionera en la pluralidad de las lenguas"

La editorial alemana Topos Verlag y la española Turner han realizado una edición facsímil del periódico quincenal La Gaceta Literaria, del que se publicaron 123 números, entre enero de 1927 y mayo de 1932. El escritor y doctrinario Ernesto Giménez Caballero, editor y director de este órgano literario de la generación del 27, opina que la revista fue pionera en la pluralidad de las lenguas, al aparecer textos en catalán, gallego, vasco y portugués, y revive en las revistas La Estafeta Literaria y Nueva Estafeta.La edición facsímil de La Gaceta Literaria será presentada el próximo viernes, día 14, en el Ateneo de Madrid, con la participación de Fernando Sánchez Dragó, Pedro Sainz Rodríguez, Ernesto Giménez Caballero y la colaboración de José María de Areilza y José María Alfaro. La reimpresión anastática de la edición de Madrid consta de trescientos ejemplares, que alcanza un precio de venta de 82.000 pesetas. La edición se divide en tres volúmenes. El primero recoge los 72 primeros números (enero 1927-diciembre 1929), el segundo comprende del 73 al 96 (enero-diciembre 1930) y el tercero incluye del 97 al 123 (enero 1931-mayo 1932). La edición impresa en la República Federal de Alemania, con encuadernación y distribución española, forma parte de la serie Biblioteca del 36, donde se publican en facsímil diversas revistas publicadas en la Segunda República Española.

La Gaceta Literaria (ibérica-americana-internacional), en los talleres de la Unión Iberoamericana, y después en la imprenta de la calle de Canarias, aglutinó a los poetas y escritores de la generación del 27. Según Guillermo de Torre, la revista no ha sido superada, ni igualada, en los años posteriores. Para Giménez Caballero es importante señalar que, pasada la guerra, revivió en la Estafeta, la antigua o la actual, aunque con la diferencia de que éstas son estatales y La Gaceta fue independiente y libre. «Fue un periódico de la literatura española», añade Giménez Caballero, «un periódico de las letras, como quería Ortega, quien entendía la literatura como suceso. La relación personal con los colaboradores era más cercana al periodismo, con discusiones con los autores al pie de las máquinas. La decisión de publicación era mía, y, durante sus funciones como secretario, con Guillermo de Torre. Llegamos a mantener una tirada de 10.000 ejemplares, algo más inferior para los números especiales, como los dedicados a Góngora, a Goya o a la exposición del libro catalán. Tuvo mucha difusión también en Latinoamérica, sobre todo en Venezuela y Colombia, donde presentaremos también la edición facsímil».

La Gaceta Literaria atendió campos de la creación y el pensamiento en las letras, las artes y las ciencias. Ernesto Giménez Caballero recuerda, además, la tienda La Galería, donde se lanzaron la arquitectura funcional, el mueble metálico y la artesanía española, y el primer cine-club, que dirigió Luis Buñuel. «En el mundo literario de hoy», dice Giménez Caballero, «hay mucha protección estatal para la nueva religión, que ha sustituido a la católica, y que es la cultura. Nosotros vivíamos la vida libre del mundo liberal y socialista; el actual tiene la palabra revolución en la boca, pero no en los hechos. La protección estatal a la cultura debe ser en la parte tecnocrática, de investigación científica. En el aspecto literario, hay demasiada protección y pocos genios. La Gaceta Literaria empezó con un capital de 10.000 pesetas, con diez aportaciones de mil pesetas. Las colaboraciones principales se pagaban a veinticinco pesetas».

Hispanistas y estudiosos de la literatura española han acudido en numerosas ocasiones a la colección de La Gaceta Literaria, que en algunas actividades logró reunir a miembros de tres generaciones: la de 1898, la de 1914-1915, y la de 1927. La edición facsímil evita la desaparición de un documento histórico, del que sólo se conservan ejemplares originales en la Hemeroteca de Madrid, la Biblioteca Nacional y en Barcelona, y podrá ser consultado en bibliotecas y universidades.

Giménez Caballero, del que se han reeditado sus libros Yo, inspector de alcantarillas y Manuel Azaña, prepara en la actualidad un epistolario de Guillermo de Torre y de Ramón Gómez de la Serna, con 63 cartas, reencontradas hace un mes entre sus papeles, casi todas ellas en torno de La Gaceta. En los próximos meses está prevista la aparición de Julepe de menta (y otros aperitivos) y Retratos en cartel, con material nuevo y parte de lo publicado en sus libros Julepe de menta y Carteles (1927).

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