Emotivo estreno oficial de "La velada en Benicarló".
La emotividad fue la nota más dominante que caracterizó a la sesión de estreno oficial de la obra de teatro de Manuel Azaña La velada en Benicarló durante la noche de ayer en el teatro Bellas Artes, de Madrid.La emoción personal con que fueron recibidas tanto las ideas expresadas en el texto como la interpretación del equipo de actores se tradujo en el minuto de aplausos acompañados de gritos de bravo que el público dedicó a la representación al final de la misma.
Al teatro Bellas Artes, que depende del Centro Dramático Nacional, asistieron los ministros de Justicia, Francisco Fernández Ordóñez, y de Universidades e Investigación, Luis González Seara, y otros políticos, escritores, historiadores, dramaturgos, intelectuales y hombres de la cultura. Entre otros parlamentarios estuvieron presente Pilar Brabo y Sagaseta. Acudieron además, entre otros, Raúl Morodo, Julián Marías, Maravall, Antonio Garrigues, Antonio Buero Vallejo y el director general de Música y Teatro, García Barquero.
La emotividad del hecho del estreno de una obra de Azaña en el centenario de su nacimiento y al cumplirse también los cuarenta años de su muerte fue superior a la preocupación por los detalles de dramaturgia. El historiador lan Gibson, estudioso de la guerra civil y observador de la transición, comentaba que se sentía muy emocionado al escuchar el texto de Azaña en la España de 1980 y de pensar en lo que supone para la gente de aquella época que asiste al estreno. «Azaña», dijo Gibson, «fue el gran cerebro de la República».
Fue comentado y acogido también con aplausos tanto el trabajo de dirección de actores, encomendado a José Luis Gómez, como el propio papel de interpretación de los mismos.
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