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SALUD

Discrepancias entre veterinarios y farmacéuticos sobre el control de los alimentos

Los veterinarios y farmacéuticos españoles mantienen posturas discrepantes sobre la existencia y alcance del control sanitario sobre los productos de origen animal. Mientras los primeros, en una nota oficial, afirman que dichos productos están garantizados sanitariamente a través de la inspección veterinaria, los segundos, también en una nota pública, se reafirman en sus anteriores declaraciones de que «no existe control sanitario de los productos zoosanitarios».

Los veterinarlos, tras una reunión plenaria de su consejo general celebrada el viernes pasado, declaran que la legislación española, más avanzada en este campo que la de los países de la Comunidad Económica Europea (CEE), «regula de forma precisa el uso en ganadería de las sustancias de naturaleza hormonal y prohíbe terminantemente la utilización de sustancias antihormonales». Según los veterinarios, «la inspección veterinaria de carnes es exhaustiva y ha demostrado su eficiencia desde que comenzó este servicio en el año 1854 en toda España, adecuándose en todo momento a los avances tecnológicos; por tanto, la alarma que se ha producido es injustificada, ya que los productos de origen animal que llegan al consumidor están garantizados sanitariamente a través de la inspección veterinaria». Los farmacéuticos españoles, por el contrario, afirman en una nota hecha pública tras el pleno de su consejo general celebrado también el pasado viernes, que en ningún momento han buscado sensacionalismo ni sembrar confusión con sus manifestaciones de que no existe control sanitario de los productos zoosanitarios y que deben ratificarse en ellas. En cuanto a las declaraciones de los veterinarios, agregan, «nos sentimos obligados a reiterar nuestra postura de siempre en la defensa del control tanto sanitario como farmacéutico, cada uno en su campo, en defensa de la salud pública».Mientras tanto, el pasado viernes se reunieron en León los inspectores veterinarios de Asturias, Santander, Galicia y León, con el jefe de la sección de productos cárnicos de la Subdirección General de San dad, Fernando Tovar, para estudiar la posibilidad de implantar un nuevo método analítico destinado a detectar los restos de estróge nos o productos derivados que contengan algunas características cancerígenas en la carne de ganado vacuno.

Los reunidos han considerado que deben analizarse, para una mayor precisión, determinadas partes de la próstata del animal macho y de la vagina de la hembra, y no sólo el peso del tiroides o algunas vísceras, como se hacía hasta ahora. Mientras tanto, Antonio García Pablos, presidente de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), ha manifestado que «en España existen pocos laboratorios para llevar a cabo un control riguroso sobre la importación clandestina de estrógenos», y que el mejor control debe hacerse en los mataderos municipales, en vez de en los piensos, rebaños y granjas, como aconseja el Ministerio de Sanidad.

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