China relaja los mecanismos socialistas de su economía

El Gobierno chino ha decretado nuevas orientaciones económicas, que suponen un giro decisivo al sistema en vigor desde el comienzo de la República Popular China, en 1949. Las nuevas medidas autorizan la competencia entre empresas, la abolición de los monopolios, salvo para determinados productos, y el fortalecimiento de las empresas cooperativas e individuales.

Estas medidas, adoptadas el 17 de octubre, pero no hechas públicas hasta ayer por el equipo del nuevo primer ministro, Zhao Zivang, parecen completarse con decisiones políticas reflejadas en la Prensa oficial. Así, el diario Guangming (Claridad) publicó ayer un comentario explicando que en las democracias burguesas «hay determinados políticos que merecen ser adoptados» en un país como China, «donde los vestigios de la dictadura feudal permanecen profundamente enraizados».

El Consejo de Estado o Gobierno chino adoptó el pasado 17 de octubre un documento que garantizaba «la competencia socialista entre las empresas industriales y otro tipo de empresas», según publicó la agencia Xinhua (Nueva China).

El documento introduce asimismo una relativa liberalización de los precios, especificando que «la competencia socialista difiere esencialmente de la que está en vigor en los sistemas capitalistas. De este modo», sigue el documento, «la competencia se basa en la propiedad pública de los bienes de producción y bajo la planificación del Estado para satisfacer las necesidades de la economía socialista».

"Empresa individual"

Los dirigentes chinos dicen estar empeñados en «facilitar el desarrollo de las empresas cooperativas e individuales» que «sirven ,a la economía nacional y para satisfacer las necesidades de la población». El vocablo «empresa individual» fue abolido de la legislación en 1956.El órgano oficial del Partido Comunista chino propone igualmente en su comentario la creación de un centro de información económica y reclama la adopción de un dispositivo legislativo aplicable en el terreno económico.

Sobre los aspectos políticos, el comentario de Guangming indicó que se trata de «absorber factores de progreso de los diversos países», y los estudiosos chinos deben analizar las leyes que rigen en los países capitalistas e incluso enumera algunos derechos inexistentes en China, como la libertad de escoger empleo.

Las autoridades chinas señalaron anteriormente que la próxima Constitución china, prevista para 1981, se inspirará en las constituciones de los países socialistas y capitalistas. Según revistas procomunistas de Hong Kong, se abolirá incluso el término «dictadura del proletariado».

El artículo insiste que en el análisis teórico de los derechos capitalistas «no debe haber zonas prohibidas» para los estudiosos. Al referirse a las imperfecciones del sistema en vigor desde 1949, el comentario afirma que no provienen solamente del pasado feudal, sino de la instauración de un «régimen comunista por mimetismo», basado en un único «modelo económico y político», el de la URSS.