Conferencia del filósofo polaco Adam Schaff
En la facultad de Ciencias Políticas y Sociología, de la Universidad de Madrid, y patrocinado por la Fundación de Investigaciones Marxistas, se desarrolló un ciclo de conferencias sobre el tema Vías democráticas al socialismo. El ponente principal fue Manuel Azcárate, que disertó sobre El socialismo real. La conferencia del profesor polaco Adam Schaff fue la respuesta a los planteamientos de Manuel Azcárate y, al mismo tiempo, un esclarecimiento de dicha problemática.Comenzó el profesor Schaff por afirmar rotundamente que el socialismo real es el único existente, aunque no responda a las exigencias ideales o metafísicas, más bien utópicas, de muchos críticos. Pero el hecho mismo de discutir las insuficiencias del socialismo real demuestra que el socialismo es una realidad. Y puesto que invocamos, cada día con mayor frecuencia, a los clásicos -dijo-, recurramos a Marx. En el prefacio a la Crítica de la economía política se dice que hay una formación económica socialista, pero no una sociedad socialista. «Marx se limitó a formular una concepción restringida del socialismo, como la abolición puramente negativa de la propiedad privada de los medios de producción. Esto quiere decir», siguió el profesor Schaff, «que en los países socialistas existe una base económica socialista, pero no la sociedad socialista. Ahora bien, esta base económica puede asumir diferentes superestructuras políticas, como las ha tenido el capitalismo a través de su historia: monarquía, república, fascismo, democracia. Lo mismo ocurre con el socialismo. Los que critican el sistema socialista, atribuyéndole que no ha cumplido los postulados ideológicos, como liberación del hombre, autogestión, libertad, no tienen en cuenta que, para Marx, éstos son fines del movimiento hacia donde va la sociedad socialista, pero no una realidad inmediata. Así, el socialismo reviste diferentes estructuras: en Polonia, un pluralismo; en Hungría, una sociedad progresista; en Alemania Oriental impera el partido único. En consecuencia, no podemos negar que hay socialismo. porque las superestructuras de esos países nos desagraden».
Schaff terminó afirmando que el marxismo es el ejercicio de la paciencia revolucionaria. Y agregó: «El pluralismo político es el único remedio existente contra la deformación burocratizante.
Babelia
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