La ayuda internacional sigue afluyendo masivamente a Argelia
La ayuda internacional masiva sigue llegando a los damnificados del terremoto de Argelia. El Gobierno de Argel no oculta su satisfacción por el refuerzo diplomático que la solidaridad exterior supone en tan trágicas circunstancias. Pero a la vez que los países árabes, Europa, Estados Unidos y Japón multiplican sus ofrecimientos, la población siniestrada de El Asnam exterioriza su cólera por la desorganización que preside la asistencia sobre el terreno.
Los supervivientes de El Asnam acusan también a Francia de haber reconstruido la ciudad siniestrada en el mismo lugar en que en 1954 otro terremoto destruyó Orleansville, como se llamaba antes El Asnam. Sigue sin haber un balance, ni siquiera aproximado, de los muertos. Hasta ahora se han recuperado 3.000 cadáveres. El estado de novecientos heridos es desesperado, y el de otros 2.000, grave.Organizada por la Cruz Roja, ayer salió de Getafe, en un avión militar, la primera expedición de ayuda española. Mantas, tiendas de campaña, algodón, vendas, ropas y plasma sanguíneo. Al margen de este primer envío, el Ministerio de Asuntos Exteriores y el de Defensa gestionan el envío de un hospital de campaña con capacidad para doscientas camas.
Japón ofreció ayer una ayuda de cien millones de pesetas. Arabia Saudí, quince millones de dólares (más de mil millones de pesetas). Estados Unidos, cuyos aviones gigantes de transportes ya han depositado en Argelia 2.000 tiendas de campaña y 14.000 mantas, ha desviado hacia la costa argelina a varias unidades de la VI Flota, con órdenes de facilitar ayuda logística, de comunicaciones y médica. Irán, Siria, Jordania, Túnez, Libia y los Emiratos Arabes Unidos han enviado médicos y dinero. El propio Israel está listo para acudir en socorro de Argelia si lo aceptan las autoridades de este país. Europa, occidental y oriental, ha facilitado el grueso de la ayuda inmediata.
El mayor problema es la coordinación de los equipos médicos extranjeros, que desde comienzo de semana han pasado a depender de los oficiales de sanidad militar argelinos. Numerosos heridos han fallecido mientras eran trasladados, en ambulancias o trenes especiales, a centros hospitalarios. Los médicos afirman desmoralizados que carecen de unidades operatorias.
Desde ayer casi se ha normalizado la distribución de alimentos -pan, aceite, sémola, queso-, pero permanece sin resolver la distribución de tiendas de campana. A pesar de los numerosos lanzamientos que efectúan los helicópteros sobre las zonas más aisladas, las dificultades de acceso han impedido hasta ahora que todos los damnificados tengan la seguridad de poder pasar las frías noches a cubierto.
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