La lucha ha entrado en una fase de estancamiento

La guerra entre Irán e Irak parece haber entrado en una fase de estancamiento, aunque no se sabe por cuanto tiempo. Ayer fue menor la actividad aérea iraní y no había informaciones precisas sobre la situación militar en la región del Juzestán, en el suroeste de Irán, donde las fuerzas terrestres iraquíes parecen haber sido contenidas. Esta calma, tras cinco días de combates, puede responder bien a un agotamiento de los dos ejércitos o que se ha entrado en una fase de guerra de desgaste.

Las incursiones aéreas iraníes han sido menos numerosas y violentas que en los días precedentes. La aviación iraní bombardeó en tres ocasiones las instalaciones petroleras y el aeropuerto de la ciudad de Kirkuk, en el Norte. También fueron atacadas las instalaciones económicas y la ciudad de Mosul, así como Kayarah, ambas en el norte del país.Los medios de comunicación de Bagdad anunciaron el jueves que había sido tomada la ciudad de Jorramshar, llamada Muhammara por los iraquíes, pero horas después desmintieron la noticia. Jorramshar (70.000 habitantes), situada a una decena de kilómetros de Abadán, es un importante puerto natural que facilita la salida al golfo Pérsico de los productos petrolíferos iraníes. Tanto Abadán como Jorramshar, ambas en Juzestán, son escenario desde hace varios días de fuertes combates, pero no existe ninguna constancia de que sean controladas por ninguno de los dos ejércitos combatientes.

Ayer, como todos los días, sonaron nuevamente las alarmas aéreas en Bagdad. A las doce del mediodía -once de la mañana en Madrid- entraron en funcionamiento y la ciudad se paralizó inmediatamente, pero no pudieron observarse aviones iraníes sobre el cielo de la capital. Hasta ese momento, la ciudad había estado en calma absoluta y sólo una falsa noticia transmitida por la radio iraquí que hacía referencia a la muerte de Jomeini, logró conmover los ánimos de los más crédulos.

Gestión española

Mientras en el terreno militar la guerra parecía tomarse un día de semidescanso, los medios diplomáticos demostraban una mayor actividad. El jueves por la noche, la televisión iraquí cortaba sus programas para dar la noticia del apoyo español a Irak en su guerra contra Irán. Pero ayer la Prensa no recogía la noticia ni hacía público ningún comentario.

En círculos diplomáticos se comentaba ayer la posibilidad de que la Comunidad Económica Europea diese a conocer en breve su apoyo al Gobierno de Bagdad, pero diplomáticos de uno de los países de los nueve sugerían, a primeras horas de la tarde de ayer, que una toma de postura europea tardaría aún en producirse.

Mientras, el medio millar de españoles que habitan en Irak se encuentran sin problemas; no se puede decir lo mismo de la pequeña colonia española que trabaja en las obras del puerto de Bandar-Jomeini, a setenta kilómetros al este de Abadán. Unos sesenta españoles, pertenecientes a la empresa Caminos y Puertos, pueden encontrarse aún aislados en esta zona, en la que se registran fuertes combates.

Según hemos podido saber, el Ministerio español de Asuntos Exteriores envió una nota confidencial al Gobierno iraquí pidiéndole que no fuera bombardeado el puerto de Bandar-Jomeini, informándole de la presencia de obreros españoles. Aunque no se ha podido confirmar, se cree que la respuesta iraquí fue tranquilizadora.

Ante estas informaciones difundidas en Bagdad, EL PAIS contactó ayer con la Oficina de Información Diplomática (OID), donde negaron que el Gobierno español se haya manifestado en pro o en contra de ninguna de las dos partes en conflicto.