Pinochet convoca un plebiscito constitucional

El presidente Augusto Pinochet se dirigió el domingo por la noche a los chilenos para convocarlos a un plebiscito nacional con el fin de aprobar o rechazar una nueva Constitución política del país.La consulta tendrá lugar dentro de un mes, el 11 de septiembre, y en ella podrán participar todos los ciudadanos, hombres y mujeres, mayores de dieciocho años. La fecha coincide con el séptimo año del pronunciamiento militar que llevó al poder a las fuerzas armadas.

El texto de la nueva Constitución, como las normas a que se ajustará el plebiscito, serán dadas a conocer hoy.

«Si el 11 de septiembre de 1973 triunfó la heroica movilización del pueblo chileno para defender su libertad, este 11 de septiembre de 1980 será el día en que ese mismo pueblo afianzará esa victoria, aprobando la Constitución de la libertad», dijo anoche Pinochet Ugarte.

El mandatario chileno se dirigió al país por una red nacional de radiodifusoras y canales de televisión.La adopción del concepto de «nueva democracia», en cuanto sistema de Gobierno, precisó, queda definido en la nueva Carta Fundamental por la elección de las futuras autoridades políticas, a través del sufragio universal como método predominante, aunque no excluyente, y por la aceptación de la concurrencia de diversas ideologías y tendencias en la generación del poder, «excluyéndose sólo aquéllas de signo totalitario, violentista o anárquico, por su incompatibilidad con la propia democracia y, aún más, con la esencia de la chilenidad».

El general Pinochet dijo que la Junta Militar sometía a la aprobación del pueblo la nueva Carta Fundamental porque el Gobierno ha llegado al convencimiento de que las metas parciales se han logrado. Añadió que no dar este paso implicaría dejar en situación inestable el destino político del país, e incluso arriesgar la continuidad del proceso, favoreciendo la desorientación de los partidarios del Gobierno y las especulaciones de sus adversarios.

Resaltó que, si bien la nueva Constitución entrará en vigor seis meses después de su ratificación plebiscitaria, contempla lo que se denomina un período de evolución gradual.

Su duración se fija en un período presidencial de ocho añosa partir de la entrada en vigencia del texto constitucional. Esto implicaría que el presidente Augusto Pinochet cumpliría un nuevo mandato, ahora constitucional, de ocho años a partir de marzo de 1981. «Un lapso de tiempo menor no es suficiente para emprender tareas a largo plazo, que requieren una voluntad firme y sostenida para llevarlas a efecto», dijo.

Añadió, que al término del referido período presidencial, entrará en pleno vigor la Constitución, y comenzará la elección de las autoridades políticas conforme a lo dispuesto por ella.