Rosalyn Carter pidió al hermano del presidente que mediara ante los libios

Las declaraciones tranquilizadoras de la Casa Blanca apenas ocultan los temores que en ella reinan desde el momento en que la Prensa, y ahora el Senado, se decidieron a investigar las relaciones de Billy Carter con el Gobierno libio y el papel de la presidencia en todo el asunto.Poco después de que la comisión judicial del Senado hubiese decidido constituir una subcomisión especial de investigación, Jody Powell, portavoz del presidente Carter, se apresuró el jueves; a declarar que toda la Casa Blanca estaba dispuesta a colaborar en la investigación, sin descartar la posibilidad de que el presidente pudiese comparecer, en algún momento, ante la subcomisión.

A tres semanas de la convención nacional del Partido Demócrata y a tres meses y medio de las elecciones generales de noviembre, la Casa Blanca espera un rápido final para la controversia, alimentada cada día por la prensa, sobre las relaciones del hermano del presidente, Billy Carter, con Libia y las posibles ramificaciones de estos contactos sobre la propia presidencia.

A este respecto, Powell reveló que, no solamente el consejero del presidente en materia de seguridad nacional, Zbignew Brzezinski, había solicitado la colaboración de Libia en el asunto de los rehenes, sino que la esposa del presidente, Rosalyn, había, asimismo, pedido a su cuñado una colaboración en el mismo sentido.

El documento que recogía todo el asunto, dado a conocer el pasado martes por Powell, no mencionaba en ningún momento esta intervención de Rosalyn Carter. Lo que Powell no precisó en sus declaraciones del jueves es si la llamada teIefónica de la señora Carter a su cuñado fue anterior o no a la de Brzezinski. El New York Times, que cita a «un familiar de los interesados», afirma que Rosalyn teIefoneó a Billy antes; que Brzezinski.

La Casa Blanca se muestra optimista en cuanto a la resolución del caso y se esfuerza en desmentir el paralelismo entre este asunto y el de Watergate. Según Powell, «este affaire terminará bien»,

Los republicanos, por su parte, no desaprovechan la ocasión de beneficiarse de las dificultades de Carter. Se mostraron particularmente activos en el Senado a la hora de pedir la formación de una comisión especial de investigación y, alguno de entre ellos, como el senador Howard Baker, hubiese deseado la constitución de una comisión del tipo de la que investigó el caso Watergate.

Mientras tanto, en Catania (Sicilia), el abogado Michele Papa, presidente de la Asociación Arabe-Siciliana, declaró haber sido él quien puso en contacto a Billy Carter con miembros del Gobierno libio. «Billy Carter fue, invitado a visitar Trípoli en compañía de una delegación de senadores y políticos estadounidenses, y este viaje fue luego correspondido por parte libia con la visita a Washington del secretario de Exteriores, Hamed Shahati», dijo Papa.