Dimite el jefe de los servicios secretos de Chile
El jefe de los servicios secretos chilenos general Odlanier Mena, presentó ayer su dimisión al presidente Pinochet. Por otra parte, el Gobierno británico anunció el lunes que levanta el embargo de venta de armas a Chile, lo que significa el restablecimiento de relaciones totalmente normales entre los dos países.El general Odlanier Plena, jefe de la Central Nacional de Informaciones (servicios secretos chilenos), indicó que la renuncia fu e presentada «por motivos personales» y que había sido aceptada por el jefe del Estado chileno.
Mena se hizo cargo de la CNI en octubre de 1978, al poco tiempo de la creación de este organismo en sustitución de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), que dirigía el general Manuel Contreras.
Chile atraviesa estos días una etapa de fuerte represión, tras el asesinato en Santiago de Chile de Roger Vergara, director de la Escuela de Inteligencia Militar. Centenares de personas han sido detenidas por la policía y, según denuncias de organismos internacionales, están siendo sometidas a torturas muchas de ellas, entre éstas Guillermo Geisses, director del Instituto de Urbanismo de la Universidad de Santiago de Chile, un hijo suyo, así como el ingeniero José Bernardo Medvinsk y y la funcionaria del Alto Comisariado de las Naciones Unidas EIinana Brofman y su esposo.
Levantado el embargo británico de armas
Por otra parte, según informa Carlos Mendo, corresponsal de EL PAIS en Londres, el Gobierno británico ha decidido remover el último obstáculo para el desarrollo de relaciones normales entre Gran Bretaña y la Junta Militar chilena, al levantar el embargo sobre la venta de armas a Chile, impuesto por el anterior Gobierno laborista en 1974. La reanudación de la venta de armamento a Chile, de la que está excluido el armamento ligero, que puede ser utilizado para fines represivos, tales como armas cortas, fue inmediatamente atacada por un portavoz laborista como «deplorable».
Un portavoz de Amnistía Internacional manifestó que la decisión gubernamental podía considerarse como un «apoyo al régimen chileno» y como «una nota diplomática favorable».
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