Setecientos millones de pesetas, paralizados en la residencia sanitaria de Sagunto

Unos setecientos millones de pesetas lleva invertidos la Seguridad Social durante los últimos cuatro años en la nueva residencia sanitaria de la comarca de Sagunto, donde se encuentra el núcleo industrial de Altos Hornos del Mediterráneo, sin que por el momento los organismos competentes aseguren fecha para su apertura. El hecho de tratarse de una gran inversión paralizada, junto a la necesidad de descongestionar la asistencia sanitaria de Valencia en favor de la creación de centros comarcales ha sido denunciado por los saguntinos, que reclaman la inmediata puesta en marcha de la residencia.

Se trata de un edificio concebido con técnicas de construcción ultramodernas, cuya licencia municipal para levantarlo se concedió en junio de 1976. Las instalaciones, que están prácticamente concluidas, tienen una capacidad prevista para 350 camas, ampliables a quinientas, y se estima que su entrada en funcionamiento puede generar unos setecientos puestos de trabajo, muy necesarios para salir parcialmente de la crisis de la industria siderúrgica. Tan sólo falta mobiliario y equipamiento clínico, para lo que existe aprobado por la Seguridad Social un presupuesto de 119 millones, lo que hace más inexplicable la demora de su apertura, cuando, de hecho, está prevista la inversión final.La ubicación de la residencia entre Sagunto y su puerto se aprobó por las expectativas de expansión industrial de la comarca y la existencia de más de 30.000 cartillas de la Seguridad Social en la comarca que lo justificaban. En la actualidad, los enfermos se trasladan al hospital Clínico de Valencia, a unos treinta kilómetros, situación que origina enormes problemas de desplazamiento a las familias saguntinas. Por las características de las nuevas instalaciones, que cuentan incluso con la jardinería a punto, en la comarca se le conoce como la mini Fe, por tratarse de una versión en pequeño de la ciudad sanitaria de la Fe de Valencia.

En una reciente reunión de los alcaldes de la comarca en el Ayuntamiento de Sagunto, la primera autoridad municipal de la ciudad, Manuel Carbo, informó de que la dirección general de Insalud prometió, tiempo atrás, la apertura para el 28 de febrero último, fecha cuyo incumplimiento desconocía a qué razones responde. La corporación saguntina tiene aprobada la concesión de un caudal de agua potable de 750 metros cúbicos por día, la evacuación y depuración de aguas. Asimismo, la residencia ya dispone de un acceso pavimentado de ocho metros de ancho.

Según informaron a este diario miembros de la comisión de seguimiento de la mini Fe, nombre que hace referencia a la residencia de la capital valenciana, lntegrada por sindicatos, asociaciones de vecinos y minusválidos, partidos y Ayuntamiento de Sagunto, la residencia estaba prácticamente acabada el pasado verano, pero «las dilaciones en abrirla coinciden con la reforma sanitaria promovida por UCD en esas fechas, que potencia la sanidad privada en perjuicio de una ampliación de la red sanitaria pública».

Diversas gestiones realizadas por el ayuntamiento, comisión y diputación con los representantes provinciales de Sanidad concluyeron que la residencia podría entrar en marcha antes de fin de año si se agilizan los trámites administrativos, ya que existe dotación presupuestaria. En esta línea de presionar para que se cumplan estos compromisos, el pleno de la Diputación de Valencia acordó por unanimidad dirigirse al ministro de Sanidad y Seguridad Social para que, sin más dilaciones, se abra la mini F.