Cerrada la cuarta parte de las casetas de la Feria del Libro

La cuarta parte de las 269 casetas que constituyen la 39ª Feria Nacional del Libro, inaugurada el viernes por la noche entre diversos incidentes, permanecieron cerradas durante la jornada de ayer, en señal de protesta y en solidaridad con los cuatro libreros detenidos por la policía durante los citados incidentes. Los libreros y editores exigen la libertad de sus compañeros detenidos.

Todo empezó en la jornada del viernes, al atardecer, cuando la policía hizo acto de presencia en el recinto de la feria en busca de ejemplares del controvertido El libro rojo del cole, secuestrado en su día por la Administración, que también el pasado viernes fue presentado en coedición colectiva de veintiséis firmas editoriales. El juez de instrucción señor Barón Cobos instó un nuevo secuestro, que no pudo llevarse a cabo al no encontrar la policía los ejemplares.Al presentarse la policía en la feria, registrando las casetas sin mandamiento judicial -según los testigos, sólo llevaban una fotocopia de un telex-, dos libreros de la Editorial Miraguano se negaron a dicho registro. La policía forzó la puerta de la caseta, deteniendo a José Fuentes del Pilar y Fernando Cabal Riera por resistencia a la autoridad.

Ante estas detenciones, 74 casetas cerraron sus puertas en la mañana del sábado, en señal de protesta y exigiendo la liberación de los detenidos. Una asamblea de expositores, celebrada a las cuatro de la tarde, no

llegó a conclusión alguna. Durante la misma, la policía detuvo a Angel Escarpa, de la librería Miguel Hernández y a Benjamín Barroso Ayats, de la librería Hermanas Sanz. Mientras tanto, la policía tomaba nota de las casetas cerradas y de aquellas otras que ostentaban carteles de protesta.

La Comisión por la Libertad de Expresión hizo público un comunicado en tres puntos, condenando enérgicamente la intervención policial -«que no ha tenido nada que envidiar a la de las mejores épocas del franquismo», en sus palabras-, exigiendo que la policía abandone el recinto de la feria -"en la que su presencia crea un clima de inseguridad entre expositores y público»- y expresando su solidaridad con los detenidos. La comisión considera que la feria ha sido bloqueada y agredida desde la misma Administración. Por último, la mayoría de los expositores han decidido seguir con las casetas abiertas, y el público afluye a pesar del clima de tensión del cierre de muchas casetas y de la presencia de la fuerza pública.