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Fuga radiactiva en el primer "basurero atómico" alemán

El primer centro de reprocesamiento de residuos nucleares con que cuenta la República Federal de Alemania (RFA), situado en Karlsruhe, será clausurado temporalmente en los próximos días como consecuencia de una fuga radiactiva de pequeñas proporciones.A pesar de esto, el accidente técnico tiene una especial importancia en este país, debido a dos factores circunstanciales: por una parte, la existencia de plantas de reprocesamiento y de acumulación de «basuras atómicas» se impone progresivamente como condición a la hora de otorgar nuevos permisos de construcción de centrales nucleares, y, por otra parte, se espera que concluya en los próximos días el largo contencioso en torno a la central atómica de Brokdorf (Schleswig-Holstein), cuyas obras se hallan detenidas. Brokdorf es el símbolo de la resistencia ecologista antinuclear en la RFA.

Aún es pronto para concluir que el fallo técnico, observado el pasado 17 de mayo en Karlsruhe, vaya a reactivar la lucha ecologista que, por ahora, se concentra en torno a las obras de otra central polémica, la de Gorleben, en Baja Sajonia. Desde hace un mes ocupan los terrenos grupos antinucleares que, incluso, se han constituido pacíficamente en República, se han dotado de un pasaporte trilingüe, que conceden a quienes simpatizan con su iniciativa.

La fuga en Karlsruhe se ha producido, según los técnicos, en la llamada «celda caliente», una zona especialmente aislada, a la que rara vez tiene acceso directo el personal de servicio. En este lugar, en el que se alcanzan temperaturas de hasta 113 grados, se disuelve uranio, plutonio y elementos de fisión, con el fin de obtener de la mezcla nuevas sustancias radiactivas.

A pesar de la explicación de los técnicos de Karlsruhe, la Federación alemana de Iniciativas Ecologistas Ciudadanas (BBU) ha pedido al Gobierno que tome postura ante el accidente, con el fin de que se cree un criterio antes de que se construya el nuevo centro de reprocesamiento ya programado y que será diez veces mayor que el actual. El que ahora quedará fuera de servicio temporalmente elabora al año entre quince y veinte toneladas de residuos nucleares procedentes de todas las centrales atómicas alemanas.

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