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Tribuna:TRIBUNA LIBRE
Tribuna
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Mil puentes para el Duero

El proyecto de una vía de circunvalación de la ciudad de Soria (variante Sur), que entre otras obras supone la realización de carretera y puente sobre el río Duero y que incide en parajes histórico-artísticos, de resonancia internacional, como el paseo machadiano de los álamos del Duero, entre San Polo y San Saturio, ha desbordado el interés provincial y es objeto de amplia polémica en círculos relevantes e influyentes de la opinión pública.Desde hace cerca de dos años, el pueblo de Soria asiste atónito e impotente a toda una serie de actuaciones inconexas y contradictorias y confusas sobre este proyecto, protagonizadas principalmente por los Ministerios de Cultura y Obras Públicas y por sus respectivas delegaciones a nivel provincial.

Hay que dejar muy claro que la existencia de una carretera de circunvalación es absolutamente imprescindible para comenzar el urgente e inédito desarrollo de Soria, así como la construcción de nuevos puentes que, cruzando el Duero, hagan posibles los accesos a Soria de un abundante tráfico de automóviles que actualmente satura el único puente estrecho y medieval que existe y que sirve al propio tiempo de único e insuficiente nexo de varias carreteras.

Por otra parte, una vía de circunvalación es también imprescindible para desviar el tráfico del centro de la ciudad, que está ocasionando muertes frecuentes, que indignan a la población. También lo es para alejar todo el tráfico que ahora transcurre junto a la iglesia románica de Santo Domingo y la concatedral de San Pedro, verdaderas joyas arquitectónicas, ahora en peligro como consecuencia de sus efectos. Soria necesita una urgentísima vía de circunvalación, es indudable, pero ello no significa que necesariamente haya de trazarse por lugares que, por su insustituible valor histórico-artístico, forman ya parte del propio ser soriano.

Para ubicar bien toda la polémica de esta carretera, es necesario indicar que el abandono absoluto de que es objeto Soria por parte del Gobierno, ha creado una psicosis en la población y en asociaciones e instituciones que, a veces, lleva justificadamente a optar por cualquier forma de desarrollo, aunque no sea la más adecuada. En este caso el proyecto citado (variante Sur) se presentó por el Ministerio de Obras Públicas como la única alternativa viable para que Soria posea unas imprescindibles vías de comunicación, necesarias para descongestionar el tráfico de la ciudad y para su incipiente desarrollo industrial. En la población soriana se han divulgado cifras de otros posibles proyectos de circunvalación, cuyo coste, se dice, sería muy superior al de la variante Sur, con la amenaza latente de que el Estado no lo sufragaría tratándose de la provincia de Soria, y que en último caso se llevaría a efecto pasados muchos años, tiempo que no podría esperar esta provincia para iniciar su desarrollo. Incluso hace muy pocos días nos decía el diputado de UCD y principal asesor del ministro señor Sáenz Díez que las otras soluciones alternativas supondrían una carretera alejada de Soria treinta kilómetros... (lo que es incierto).

El dilema de variante Sur o nada hizo, hace tiempo, inclinarse por la primera a los concejales de la oposición en el Ayuntamiento de Soria y a los sindicatos. Todo aquel que conozca la dramática situación de esta provincia no podrá escandalizarse de esta elección. En Soria solamente en el pasado año se han cerrado más de veinte escuelas rurales, clausurado vías férreas, se ha aprobado un mapa sanitario que disminuye los servicios médicos rurales... Soria es la única provincia que aún no posee hospital de la Seguridad Social; sin embargo, poseemos la cárcel más peligrosa de España y, a mayor abundamiento, ahora nos quieren colocar un centro de experimentación nuclear, que supone también la instalación nuclear más peligrosa de todo el Estado. Que nadie se escandalice, pues, de qué, si no nos dan otra alternativa, antes que nuestro arte y nuestra historia escojamos el esperado desarrollo, sin el cual esta provincia desaparecerá sin remedio en un plazo muy breve.

Esta actitud discriminatoria del Gobierno respecto a Soria no es algo que nos inventemos los sorianos. En efecto, en el mes de noviembre pasado, en una pregunta presentada en el Congreso por este diputado, se decía: «¿Pueden los sorianos confiar en que se llevarán a cabo otras alternativas de circunvalación, aunque supongan un mayor coste que el de la variante Sur?». Y la respuesta concreta fue: « Sobre todo desde el punto de vista económico, las alternativas propuestas no se consideran viables en la actual situación económica». La contestación es suficientemente clara. No se nos dice que el proyecto variante Sur, que precisamente incide en paisajes de alto valor histórico, sea el mejor, sino que es el más barato.

La campaña gubernamental

En los últimos días llegó a esta provincia, donde nunca vienen los ministros, el dinámico, que no fructífero, nuevo ministro llamado de Cultura, quien se llevó de Soria lo que él mismo había ya traído: la decisión de que la carretera de circunvalación de Sória se efectuaría definitivamente a través de la variante Sur, aclarando que esta decisión la tomaba también en nombre del ministro de Obras Públicas (por cierto que el siempre sorprendente señor Sáenz Díez nos sale ahora diciendo en EL PAIS que la competencia y solución de este asunto la vuelve a tener el Ministerio de Obras Públicas. La confusión sigue...). En apoyo del ministro de Cultura y de su solución se han volcado el aparato gubernamental y de UCD de Soria, quienes últimamente vienen llenando a esta provincia de comunicados y adhesiones, revistiendo a la variante Sur de solución tomada además democráticamente. Por supuesto que la inefable TVE ha orquestado también esta campaña. Sin embargo, la situación no es tan clara ni tan democrática como el Gobierno y su partido nos la quieren hacer ver. En efecto, cuando UCD de Soria y el ministro de Cultura pretenden legitimar democráticamente la variante Sur, están faltando a toda la verdad, porque los concejales y sindicatos de la oposición, cuando optaron por la variante Sur, en realidad no eligieron esta alternativa, por la sencilla razón de que donde no hay posibilidad de elección no se puede elegir, y aquí se trataba de variante Sur o nada.Sabido es que uno de los sofismas más frecuentes, no sé si ya empleado por el propio Carneades, es tomar la parte por el todo o al revés. Basándose en este sofisma, pretende ahora el Gobierno recoger legitimaciones que no existen. Por eso el PSOE de Soria ha tenido que aclarar que su firma a favor de la variante Sur (o nada) no significaba el excluir otras alternativas, que siempre se han negado por el Gobierno, y ha tenido que denunciar con nota pública el método antidemocrático con el que se intenta solucionar el problema. Por eso también este diputado, en la citada visita del ministro de Cultura a Soria, organizada por persona tan equivoca como el ex ecólogo Sáenz Díez, ha tenido también que denunciar públicamente el que se le excluyese de una reunión de trabajo sobre la variante Sur y, por otra parte, se le pidiese la firma (que negó) para avalar la citada solución.

Un argumento inadmisible

Se intenta también imponer esta variante aduciendo como último argumento el de la urgencia. Así, en una última nota de UCD de Soria se señala que quienes se inclinen por otra solución no hacen sino retrasar o poner en peligro los beneficios generales que de esta infraestructura viaria puedan derivarse. Y además, utilizando el chantaje (dicho sea en términos civiles) de los muertos e indicando los accidentes ocurridos por el tráfico interno de la ciudad, se dice: «¿Habrá todavía quien siga apoyando soluciones que requieran más tiempo para su ejecución, cuántas muertes puede haber por demorar un solo minuto la solución Sur?». Este inadmisible argumento se podría volver por pasivo, puesto que si hoy es tan urgente la carretera de circunvalación, ¿por qué no se realizó antes? En efecto, ya con fecha 3 de mayo de 1972 se dio la orden de redactar un proyecto de red arterial de Soria. Pero hay más. En pleno período de UCD, y con fecha 3 de septiembre de 1977, el ministro de Obras Públicas hace público el proyecto variante Sur como el único viable. ¿Quién es el responsable, por tanto, de no haberlo llevado a la práctica? Por otra parte, en escrito de fecha 1978, el Centro de Estudios Sorianos ofreció otras alternativas concretas, diferentes a la variante Sur; ¿no ha habido tiempo desde entonces para ponerlas en práctica? Existen otras actuaciones, también muy confusas. Así, en enero de 1980 se crea una comisión técnica Ministerio de Obras Públicas y Cultura para estudiar la mejor solución. ¿Por qué el ministro de Cultura, sin tener en cuenta sus dictámenes y sin ni siquiera oír sus opiniones, decide por sí mismo? ¿Por qué el presidente de la Diputación de Soria prohibe que se inserte en Celtiberia, revista de la diputación, el proyecto denominado Norte, impidiendo así que fuese conocido por una amplia opinión pública? No, no puede el ministro ni la UCD soriana legitimar la variante Sur aludiendo al pueblo soriano o a sus representantes, ni tampoco chantajear con una urgencia de la cual ellos son los únicos responsables.En conclusión, Soria necesita urgentemente una vía de circunvalación que haga compatible, si es posible, la salvaguardia de los aspectos histórico-artísticos con el inicio de un desarrollo económico-social del que carece y que la ha convertido en la provincia menos desarrollada de España. Pero Soria necesita y exige que esta red arteríal sea la mejor, no la más barata. No queremos hacer comparaciones con el trato recibido por parte de otras provincias o regiones, porque todas las comparaciones son odiosas, pero exigiremos que a Soría se la trate, al menos, por igual.

Demuéstrese en breve plazo al pueblo de Soria y a sus representantes cuál es la solución mejor de entre las varias posibles, teniendo en cuenta todos los factores, incluido el histórico-artístico, y llévese rápidamente a la práctica, sea la solución Sur, sea la solución Norte o cualquier otra, independientemente de matices económicos. Mientras tanto, proponer únicamente la solución Sur supone una imposición, no una elección.

En Soria sabemos también agradecer la sensibilidad que poetas, intelectuales y técnicos han mostrado por un trozo de nuestra tierra, pero nos atrevemos a pedir para que no nos perdamos en divagaciones líricas, que se siga presionando al Gobierno para la adopción de la construcción urgente de la mejor carretera para el desarrollo de Soria. Si únicamente se dice no a la variante Sur y se impide su realización, pero no se Sigue exigiendo con la misma fuerza la solución urgente del problema viario de Soria, se estará colaborando en el subdesarrollo de esta provincia. Soria necesita también que esta misma sensibilidad se demuestre en otros temas vitales para su supervivencia. Sin la ayuda de todos, ¿qué puede esperar una provincia de gran extensión (cerca de 11.000 kilómetros cuadrados) a quien las acciones y omisiones del Estado han terminado convirtiéndola en un desierto, con una población total de menos de 100.000 habitantes, que está produciendo el estupor de economistas y sociólogos, que comienzan a estudiar el caso de Soria como la provincia más despoblada de toda Europa?

Soria necesita que se construyan mil puentes sobre nuestro río Duero, puentes de solidaridad para con este rincón de España, el más marginado y olvidado. Soria necesita, en definitiva, la ayuda urgente del Estado, necesita en este sentido que el Duero pase por Madrid.

Los sorianos, que soportamos la dureza de nuestro largo invierno, sabemos por eso percibir mejor la esperanza de la primavera, de esa primavera que el poeta de los álamos del Duero señala que «en Soria tarda, pero es tan dulce cuando llega». Y así esperamos aún la primavera de la comprensión y de la solidaridad.

Manuel Núñez Encabo es diputado del PSOE por Soria y secretario de la Comisión de Universidades e Investigación del Congreso.

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