Rosón: mil militantes más

El plan estratégico del señor Rosón para la lucha antiterrorista consiste en un aumento de efectivos y dotaciones policiales y un rearme moral de las FOP». ¿Es que no hay más imaginación ni más memoria en ese ministerio? «No va a haber ninguna transacción hasta la liquidación de la lucha armada de ETA». ¿Esto es todo lo que, mirando al pasado y al presente, se le ocurre al señor ministro?No entro en la discusión última de la relación entre los medios poilciales y políticos para convertir la violencia en orden, pero estoy seguro de que esta exclusión, cerrada de toda medida política, cuando el primer origen y mayor carga efectiva e instrumental de la violencia armada es político, implica una ceguera que, a mi juicio, incapacita no para el puesto de ministro, sino para el de conserje de cualquier ministerio que tenga que ver con Euskadi. (...)

Si el señor ministro tuviera un mínimo de sensibilidad y fuerza creativa para imaginar y comprender lo que sucede en el interior, no de esos 600.000 que, «por lo que sea», no votaron, sino, por lo menos, de esos otros 600.000 que votaron nacionalista y de los 150.000 simpatizantes con la violencia, no pondría tanta seguridad, como remedio contra ésta, en el incremento y uso de una fuerza psicológicamente tan distante de la causa vasca. El señor ministro debiera saber que una detención a ciegas o un detenido maltratado es una mancha aceitosa de violencia que empapa a familiares, amigos y aun pueblos enteros. (...)

En vez de organizarnos ese inútil espectáculo televisivo de esgrima, sobre si hubo o no negociaciones entre el «Gobierno» o la «persona de su presidente» con ETA, debiera caer en la cuenta el Gobierno de Madrid de que palabras al estilo de las del señor ministro son mucho más que negociar con ETA, son contribuir a su abastecimiento y a la firmeza de su entorno. Por resumirlo en una frase, que no es mía, «las palabras del señor ministro equivalen a unos mil militantes más».

25 de mayo