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Un checo y un japonés ganan los premios Andersen de literatura para niños

Un jurado internacional emitió su fallo en la feria especializada de Bolonia

El escritor checoslovaco Bobumil Riha ganó el Premio Christian Andersen para cuentos infantiles, que acaba dé ser concedido por un jurado internacional en la ciudad italiana de Bolonia. La medalla a la mejor ilustración de historias infantiles fue para el japonés Suekichi Akaba. Un ilustrador muy conocido en España, el francés Tomi Ungerer, recibió una mención especial, por su trabajo. Los premios fueron concedidos por el IBBY, una entidad internacional dedicada a promocionar la literatura para niños y jóvenes.

El IBBY (Intemational Board on Books for Young People) es un organismo asociado a la Unesco, que se ocupa desde hace muchos años de la promoción en el mundo del. libro infantil y juvenil, y en cuyo ámbito ha sido creado el Premio Hans Christian Andersen. Su comité ejecutivo decidió que, para 1980, la reunión de¡ jurado del premio y la proclamación de los vencedores tuviese lugar en Bolonia, dentro del marco de la Feria del Libro para Niños, lo que pone de relieve la importancia que dicha feria está adquiriendo dentro del mundo de las publicaciones dirigidas a niños y jóvenes.El premio o medalla Andersen se concede cada dos años a un escritor y a un ilustrador por sus labores realizadas en el campo de la literatura infantil. El hecho de que el galardón comprenda la totalidad de la obra realizada por los candidatos, así como su importancia internacional, le ha valido a este premio el nombre de «Nobel de la literatura para niños y jóvenes».

Los candidatos son presentados a través de las diferentes secciones nacionales del IBBY: un escritor y un ilustrador por cada país. Para esta edición, España presentó como candidatos a la escritora Carmen Kurtz, autora entre otros libros de la famosa serie de Oscar, que narran aventuras de pandilla, y al ilustrador José Ramón Sánchez, quien últimamente ha creado al famoso personaje Camembert, un ratón aventurero e ingenioso que hace las delicias de los chavales.

Para 1980, el jurado ha proclamado vencedor de la medalla destinada a la labor de autor al escritor checoslovaco Bohumil Ríha, quien cuenta con una vasta obra dirigida tanto a lectores adultos como a niños. Características de la obra de Ríha, reconocidas por la crítica internacional, son su alta calidad literaria y su fe profunda en los valores humanos.

Junto con este primer premio ha sido también reconocida, con mención especial, la obra de la brasileña Lygia Bejunga Nunes y el sueco Harry Kullman.

La medalla Andersen ala labor de ilustración ha recaído sobre el japonés Suekichi Alcaba, quien tiene en su haber numerosos e importantes premios internacionales. El estilo de Alcaba refleja no sólo la cultura y tradición japonesas sino también otras culturas y tradiciones asiáticas.

Han recibido mención especial al trabajo de ilustración el francés Tomi Ungerer y el suizo Etienne Delessert.

Las únicas personas galardonadas con el Premio Hans Christian Andersen, en nuestro país, han sido José María Sánchez Silva (mención especial en 1966 y medalla Andersen en 1968) y Ana María Matute (mención especial en 1970).

El encuentro del presente año, en Bolonia, de los distintos editores de todo el mundo no ha presentado grandes sorpresas en lo que a novedades se refiere, aunque sí ha puesto de relieve las, nuevas tendencias que en literatura infantil se van dando en todo el mundo. Junto con la Feria de Francfort, Bolonia da a conocer todo lo que se publica en el mundo para los jóvenes lectores, bien a través de los stands de las diferentes editoriales o bien a través de una visión general que los institutos nacionales del libro de los países allí presentes daban.

Una vez más la mayor talla en cuanto a calidad se refiere la han dado países como Alemania, Inglaterra, Francia, Estados Unidos e Italia. El descuidado pabellón que presentó el Instituto Nacional del Libro Español dió una imagen negativa y errónea de lo que hoy se hace en nuestro país.

Hay que poner de relieve que, frente a un número elevado de ilustradores de gran calidad, muchos de ellos sobradamente conocidos, y otros jóvenes valores que acaban de aparecer, son muy pocos los autores de gran talla que están surgiendo, lo que provoca que en literatura infantil vaya muy por delante la ilustración.

La personificación de los gatos dentro de los cuentos para chavales hace que este pequeño animal haya sido uno de los principales protagonistas de la feria.

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