Francia y Estados Unidos

«( ... ) ¿Cuál ha sido la actitud de Francia, después de Afganistán? Sí, dijo el presidente Giscard, Francia considera la invasión soviética como inaceptable, pero no puede apoyar las represalias americanas. ( ... )Giscard d'Estaing quiere decir que Francia sólo aboga por la defensa de los intereses franceses, lo que no es nuevo ni chocante. Lo que irrita a muchos americanos en la diplomacia francesa, más que su sustancia, es su forma. Francia intenta demostrar que su adulación a los árabes obedece, más que a la lógica de los derechos de Palestina, a las necesidades francesas de petróleo. Las intervenciones francesas en Africa se justifican como una ayuda desinteresada a sus antiguas colonias. ( ... )

Naturalmente, Francia puede beneficiarse de su papel independiente: vendiendo tecnología nuclear, sin tener en cuenta el riesgo de proliferación de las armas nucleares; obteniendo ganancias comerciales del bloque soviético; consiguiendo preferencias de los países árabes exportadores de petróleo. Pero lo que da a Francia esa libertad de maniobra es la presunción de que la Unión Soviética no tratará a Europa occidental como a Afganistán. Sin la seguridad que proporciona la protección americana y el paraguas nuclear, no existiría el giscardismo.(...)»