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CINE

Nueva historia de Madrid

La clase media no suele hacer revoluciones, pero sí colabora, a veces. Esta sufrida clase media, a la que tantas veces identifican con la gran mayoría silenciosa aquellos que no la dejan hablar, tiene también su voz y corazón, como decía Julián en La Verbena de la Paloma.Este otro sainete, nuevo y actual, dedicado a sus trabajos en pos de la tan deseada democracia, no vive, como tantos, de ficciones nostalgias, en pie gracias a casticismos y añoranzas, sino que se alza vivo y alegre, en lo que cabe, desde una realidad tan cercana a nosotros que, para revivirla o recordarla, no hace falta demasiada memoria. No ha pasado tanto tiempo desde aquellos años y ya muchos intentan olvidarlos en ese desencanto general, droga propicia, cuando no interesada, de los que poco o nada están dispuestos a ofrecer o dar. Fueron, aquellos, tiempos de clase media subterránea, de noches de Madrid, de modestos inicios y caminos inciertos que vuelven ahora de la mano de Garci y Sinde en su escalada particular, cuenta atrás tal como fueron, con su miedo y su vena de buen humor, porque la vida no sólo se hace de tragedias. La vida, la pasión, la vocación, se enmascaran, incluso ante sus protagonistas, de sainete que, como se sabe, siempre fue, entre nosotros, género importante. Garci, actor en esta ocasión, y González Sinde, director, van contándonos su vida, la nueva vida de Madrid, uno delante y otro tras de la cámara, pero, a lo que se ve, tan unidos como en trabajos anteriores. Hay, en las dos historias, o debe haber, bastante autobiografía, incluida la escena junto al río en la que se comenta y determina la razón que llevó a los protagonistas hasta el terreno movedizo de la clandestinidad y la política. Hay secuencias, también, en las que la divertida anécdota, arropada por la música de Chueca, entronca con lo mejor de Arniches para quien sea capaz de reconocer el perfil de Madrid, tras de tanta versión añeja de sainete y zarzuela. Hay, en fin, secuencias excelentes, como la que cierra el filme, sin palabras, ni suspiros, ni lágrimas, pero que por sí sola vale por todos los mensajes sufridos hasta hoy en multitud de momentos parecidos.

Viva la clase media

Argumento, guióny diálogos: José Marla Garcia Sinde y José Luis Garci. Dirección: José María González Sinde. Fotografía: Hansi Burman. Música de Chueca. In!uretes: Emilio Gutiérrez 7abí; Enriqueta Carbalteira, María Casanova Irene Gutiérrez Caba, José Luis Garci. Comedia. España, 1979. Locales de estreno: Capitol y Richmond

Esta facilidad de narrar, burla burlando, de llegar al espectador por el camino más directo posible, de realizar un cine a la vez consciente, divertido y eficaz, sin buscar entorchados académicos o carcajadas de las que luego avergonzarse, se evidencia en este debut de González Sinde tras la cámara, y es buena muestra a tener en cuenta por nuestra vacilante industria cinematográfica. No hay, en esta película, actores de millones, ni decorados suntuosos, ni montajes cerebrales. No se presta a lecturas diversas, sino a una sola: la que va de lasimágenes al espectador, a un público con los ojos abiertos después de tanto ensayo y concesiones. Sí hay, en cambio, un puñado de actores y actrices, como los dos Gutiérrez Caba; María Casanova, en la mejor, hasta ahora, de sus interpretaciones; Enriqueta Carballeira, y el mismo productor, a la altura del resto del elenco. Por encima de algún leve tiempo muerto, la dirección acierta en casi todo, desde el ritmo a la música excelente, en un filme hecho a sabiendas de lo que se quiere, con rigor, corazón e inteligencia.

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