El abastecimiento de frutas y verduras a Madrid quedará normalizado hoy

La entrada de frutas y verduras en Madrid quedará normalizada hoy, tras el compromiso municipal de reducir el canon de 45 céntimos por kilo que se cobra desde el sábado en los mercados centrales. El boicot de agricultores y mayoristas se tradujo en el inmediato desvío de sus productos a otras ciudades, lo que en la práctica ha significado que dejaron de entrar en la capital durante dos días los dos millones de kilos que habitualmente se comercializan por este conducto.

La descarga en el mercado de Legazpi se reanudó ayer tarde, después de la reunión nocturna en la que habían participado el gobernador civil de Madrid, el subgobernador, el delegado de Abastos del Ayuntamiento, el Jefe Provincial de Comercio Interior y representantes de los Ministerios de Agricultura y Comercio, de la Asociación de Detallistas y de la de Empresarios Mayoristas.En esta reunión, el delegado de Abastos prometió a los mayoristas el máximo empeño personal ante el Ayuntamiento para conseguir una reducción de las tasas municipales, con el fin de aproximarlas en lo posible a los límites anteriores a la subida, aunque por ahora regirán las nuevas tarifas. A mediodía de ayer se estimaba que el mercado central volvería a la normalidad hoy mismo, una vez compensado el desabastecimiento a que se ha visto sometido desde el sábado.

Las opiniones recabadas por EL PAIS indican que el delegado de Abastos no señaló plazos fijos para su gestión cerca del Ayuntamiento. De todas formas los mayoristas piensan que un margen de ocho a quince días podría considerarse razonable.

Superadas momentáneamente las dificultades, el Gobierno Civil se apresuró a hacer pública una nota a media mañana de ayer en la que se consignaban los resultados de la reunión y el acuerdo de iniciar un estudio para reordenar el sector.

Barcelona, punto de comparación

El acuerdo momentáneo no elimina las grandes dudas de días pasados sobre el abastecimiento al Mercado Central, que cubre, según opinión generalizada, la mitad de demanda global de los madrileños. Varios de los mayoristas del mercado señalaban ayer «la extraordinaria diferencia entre Barcelona y Madrid. Con este aumento de las tasas en un 80%, nos encontramos con que, mientras en Barcelona descargar un camión por cuenta propia y aparcar durante la noche supone exactamente 150 pesetas, en Madrid, los 45 céntimos-kilo por impuesto de locación, más el coste de la descarga, que es obligatorio en virtud del monopolio establecido, eleva los costos hasta extremos insospechados. En la práctica, meter una carga de veinticinco toneladas supone de 20.000 a 25.000 pesetas».Como ya ha señalado EL PAIS, los agricultores, en quienes parece recaer inmediatamente el aumento, prefieren desviar sus camiones hacia mercados no sujetos a gravámenes tan altos, con los consiguientes peligros de desabastecimiento. El secretario general de la Asociación de Empresarios Mayoristas comentaba que el ascendiente de su organización sobre los agricultores era relativo. «En la reunión de ayer se nos sugirió que les convenciésemos para que enviasen género a Madrid, pero ya habíamos recibido varios centenares de telegramas suyos en los que se nos advertía de que, en las condiciones actuales, preferían enviar sus productos a otra parte.» Los mayoristas matizaron que el preció de 45 céntimos-kilo es virtual, y que, en realidad, se traduce en sesenta.

Según los últimos datos, el problema va a salir inmediatamente del mundillo de los profesionales de la producción y venta de frutas y verduras para pasar a los consumidores. Varios mayoristas del Mercado Central confiaban a EL PAIS que la sobretasa acabará repercutiendo en la cesta de la compra. «La solución que resulta más sencilla es recargar el aumento en el precio de los artículos de consumo. Y es necesario pensar que una peseta de recargo en un kilo de repollo o de patatas no es lo mismo que una peseta en un kilo de merluza. El caso va a afectar, pues, a las familias menos pudientes. Nosotros queremos hacer hincapié en que ninguna capital española está sometida a estas cargas. A ello habría que añadir la posibilidad de que Madrid quede desabastecida en cuanto se presente una crisis de género.»

Para favorecer un restablecimiento rápido de los depósitos de frutas y verduras, ayer se amplió, hasta las tres de la madrugada, el plazo de admisión de carga.