El Gobierno salvadoreño cede ante algunas exigencias de los ocupantes de la embajada española

El Gobierno salvadoreño cumplió ayer una nueva condición de los ocupantes de la embajada española, al ordenar a la justicia la excarcelación de tres presos políticos, cuya liberación exigen las Ligas Populares 28 de Febrero.

La fiscalía general de la República de El Salvador, siguiendo instrucciones precisas de la Junta de Gobierno, ha iniciado una investigación para determinar la suerte y paradero de tres militantes de las Ligas Populares 28 de Febrero y dos del Bloque Popular Revolucionario, supuestamente capturados por cuerpos de seguridad y cuya libertad se exige como condición indispensable para el desalojo de la embajada de España, ocupada desde el martes.Los tres primeros fueron capturados en la localidad de Santa Rosa de Lima el pasado día 3 de febrero, mientras un cuarto militante de las LP-28 conseguía escapar. El fugado, Héctor Canales, posiblemente declare personalmente ante el fiscal general.

Las otras dos personas cuya libertad se reclama son dos estudiantes que, según parece, fueron detenidos por agentes de seguridad de la embajada norteamericana en San Salvador y posteriormente entregados a la policía nacional el día 22 de enero, después de la manifestación de las organizaciones populares que terminó con el saldo de veintidós muertos.

A medida que avanzan las negociaciones entre el grupo de embajadores y dirigentes de las LP-28, ocupantes de nuestra sede diplomática aquí, y, a falta de información oficial, se tiene la convicción de que la resolución final y feliz del caso depende en gran medida del grado de credibilidad que consiga alcanzar la fiscalía general con su investigación.

Hay otro punto que avala el razonable optimismo sobre la marcha de las negociaciones. Se trata de la puesta en libertad de los dos últimos miembros del Frente de Acción Popular Unificada (FAPU), que aún estaban detenidos y que, por orden del fiscal general, fueron excarcelados en la mañana de ayer. Casi al mismo tiempo que se producía este hecho, en el Ministerio de Trabajo se reunían representantes de la empresa Agromán y los trabajadores en huelga para resolver este conflicto laboral, que forma parte también de las exigencias de las LP-28 para desocupar nuestra embajada.

Llamada al golpe

La atención de la opinión pública salvadoreña se centró en las últimas horas no sobre la ocupación de la embajada española, sino en la intervención televisada de un ex oficial del Ejército, Roberto d'Aubisson, ex vicejefe de la Guardia Nacional.Durante cerca de hora y media, y en un espacio pagado que las tres cadenas de televisión emitieron simultáneamente, d'Aubisson atacó duramente a la Junta de Gobierno, a los partidos políticos, a los comunistas y a los «jesuitas extranjeros», a quienes atribuyó di rectamente la autoría de todos los males

Usando un leguaje muy claro y directo (en abierto contraste con las melifluas consideraciones hechas poco antes, a través del mismo medio, por la Junta de Gobierno), d'Aubisson hizo, prácticamente, un llamamiento a sus compañeros de armas para que se levantasen contra el actual estado de cosas en el país.