Carter, dispuesto a rearmar simultáneamente a Pakistán y la India
El presidente de Pakistán, Mobammad Zia Ul-Haq, ha iniciado conversaciones con el consejero para la seguridad nacional del presidente norteamericano Carter, Zbigniew Brzezinski, a fin de elaborar un acuerdo de ayuda militar y económica ante la situación creada por la ocupación soviética de Afganistán.
Otro de los temas que serán tratados en las conversaciones son las protestas del Gobierno de Indira Gandhi, que alega que las armas norteamericanas enviadas a Pakistán podrían ser utilizadas contra la India.El Gobierno Carter, sin embargo, ha prometido a la India la venta de armas y equipos militares modernos que hasta ahora se había negado a entregar a ningún país de Asia.
El enviado especial del presidente Carter, Clark Clifford, que se encuentra en Nueva Delhi, ha ofrecido a Indira Gandhi armas, entre las que figura un equipo sofisticado de dirección electrónica de proyectiles, las llamadas «bombas intelipentes» Otro miterial bélico, de probable entrega a Nueva Delhi, serían misiles y sistemas de dirección aérea.
El enviado de Carter se entrevistó el jueves con la primera ministra para explicarle la postura de su Administración de vender también armas a Pakistán.
Por su parte, miembros de la delegación estadounidense en Pakistán han señalado que el grupo negociador que preside Brzezinski va preparado para tratar en detalle cualquier ayuda militar que pudiera acordarse entre los dos países. Al parecer, el consejero del presidente Carter ya ha propuesto a su interlocutor paquistaní la formación de un ente internacional en el que quedarían integrados Estados Unidos, la República Popular China y Arabia Saudi y cuyo objeto sería apoyar económicamente la adquisición de armas y equipos militares nuevos por parte de Pakistán.
Un tema que deberá ser dilucidado es el de la cuantía y calidad de los suministros militares en negociación. Se piensa en Islamabad que U¡-Haq «exigirá» armamento moderno y de capacidad estratégica suficiente para poder hacer frente en un primer momento al hipotético y temido ataque por parte de la Unión Soviética.
En medios diplomáticos se cree que Washington ha prometido a la India que retirará los obstáculos existentes al abastecimiento de uranio enriquecido para sus centrales nucleares.
«La Unión Soviética no amenaza a los países del Oriente Próximo ni quiere apoderarse de su petróleo», escribe Pravda.
El diario soviético publica un largo artículo de Alexei Petrov, seudónimo de altas instancias del Comité Central del Partido Comunista soviético, que refuta «las acusaciones sin lógica ni pruebas» de Estados Unidos al respecto.
«Contrariamente a Estados Unidos», subraya el articulista, «la URSS nunca tuvo pretensiones sobre las riquezas petroleras ajenas, ni declaró su emplazamiento como esfera de sus intereses de vital importancia.»
El comentarista acusa a Estados Unidos de reforzar sus «demostraciones belicosas» en el golfo Pérsico, recurriendo también al «chantaje económico y político» como en el caso de Irán.
La Unión Soviética no codicia el petróleo ajeno, subraya, porque se ha preocupado con antelación de la explotación de sus propias fuentes energéticas y «cubre por completo sus necesidades petroleras».
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.