La economía, primer problema para el Gobierno sandinista

Tras seis meses de revolución sandinista, las nuevas autoridades nicaragüenses centran su atención en el problema económico, al que tratarán de combatir con la presentación en breve de un «plan de reactivación económica».

Los dos problemas más acuciantes después del 19 de julio pasado son el paro, calculado en un 34%, que pretende reducir el Gobierno a un 15% con la creación de 96.000 puestos laborales, y la inflación, con un índice del 60%, prevista también su reducción a un 15%,

Las medidas más agobiantes a las que tendrá que enfrentarse el Gobierno sandinista son el acaparamiento, absentismo y el florecimiento del mercado negro, donde el dólar llega a cotizarse cincuenta veces más que al cambio oficial.

En estos momentos en que el poder sandinista está totalmente implantado en el país, debe hacer frente a una penosa situación agrícola, propiciada tanto por el bajo rendimiento productivo de los campesinos tras la revolución como por la guerra contra la dictadura de Somoza, que limitó las superficies cultivables.

De todas formas, las autoridades nicaragüenses confían en los planes de rehabilitación económica en base a los préstamos conseguidos en el primer semestre de su Gobierno y, de manera concreta, la llegada a Managua de dos misiones especiales, una soviética y otra búlgara, con el propósito de estrechar vínculos políticos y económicos con el poder sandinista.