Un "secretaire" Carlos IV, vendido en una subasta por seis millones de pesetas
La inversión en arte, una práctica del tiempo de crisis económica
Un «secretaire» Carlos IV de 209 centímetros de alto, 114 de largo y 65 de ancho, fechado en 1806, alcanzó la mayor cifra de venta -seis millones de pesetas- entre los objetos que entraron en la puja de una subasta extraordinaria que patrocinó ayer, en un hotel de Madrid, la firma Sotheby's, probablemente la más importante empresa de subastas del mundo. La subasta, que se celebraba bajo el título La decoración en los siglos XVIII y XIX, puso en circulación un total de 41.346.500 pesetas, cifra que se consiguió por cerca de trescientos objetos que competían en captar la atención yel interés de los asistentes.
La segunda cifra más alta (1.800.000 pesetas) se pagó por un grupo escultórico casi de miniatura, vidriado y policromado, que representa a Alejandro Magno ante la tumba de Aquiles y data del período de Carlos Scheppes (1770-1783). Las alfombras y tapices, muchos de ellos de la Real Fábrica, alcanzaron, en general, buenos precios. De entre ellos sobresale el que lleva por título El regreso de la siega, que se adjudicó en 1.600.000 pesetas. Las pinturas, por el contrario, alcanzaron me nor cotización y tan sólo se llegó a dar 550.000 pesetas por un lienzo de Eugenlo Lucas, por el que se estimaba que como mínimo se ofrecería un millón de pesetas En la misma subasta se pusieron a la venta, entre otros objetos, piezas de cerámica, jarrones de farmacia del Palacio Real de Madrid, diversos muebles de los siglos XVIII y XIX y parte de vajilla de Sevres regalada por Luix XV a Carlos IV y a María Luisa, entonces príncipes de Asturias.Un millón y medio de pesetas fue la cantidad inicial ofrecida por el delegado de Sotheby's en España, Edmund Peel, ante más de trescientos posibles compradores, curiosos y aficionados a las subastas presentes en el local, por el secretaire Carlos IV, regalo póstumo de José Francisco y María Juana de Caramany, en memoria de su padre José, benefactor relacionado con la administración de aguas de Gerona de aquella época. Al final, y tras dieciocho pujas, el mueble se adjudicó en seis millones de pesetas.
Esta pieza, que alcanzó la cifra más alta de la subasta, porencima incluso de lienzos de Eugenio Lucas y Jiménez Aranda, de tapices de la Real Fábrica o de importantes grupos escultóricos vidriados y policromados, ha sido considerada, por los expertos como de especial importancia «sólo comparable a algunas de las producciones del taller de cámara para uso real, tales como las habitaciones de El Escorial, la mesa del despacho del Rey, de las mismas habitaciones, el pianoforte de Flórez y la cómoda de Sabatini, del Palacio Real de Madrid.
El secretaire Carlos IV, con toda probabilidad, fue realizado por los ebanistas del Real Taller Pablo Palencia, Teodoro Oncell y Angel Maesso, a raíz de la estancia de estos ebanistas en Barcelona, con motivo del viaje del rey Carlos IV, en 1802. Las características de este mueble son prácticamente las mismas que las de las marqueterías de las habitaciones de maderas finas del Real Monasterio de San Lorenzo del Escorial, mandadas construir por Carlos IV, entre 1793 y 1808, y acabadas por Fernando VII, en 1831.
Cuando la crisis económica se ha hecho más aguda en España, es cuando han aumentado las inversiones en objetos de arte. De la mano de Sotheby's, por ejemplo, Firma inglesa que protagonizó en 1978, en Londres, las llamadas «subastas del siglo» (colección de cuadros del barón Robert von Hirsch, que fueron subastados en 2.275 millones de pesetas), se han subastado, en España, desde que s e instaló aquí, esta firma (mayo de 1979), objetos de arte por valor de más de cien millones de pesetas. Y aquí cabe recordar la subasta de El Quexigal, el pasado mes de mayo, que alcanzó el récord de subastas en España.
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