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Bonn afirma que habrá negociación nuclear con Moscú tras la reunión de la OTAN

Pocas horas después de que Andrei Gromiko, ministro de Asuntos Exteriores de la Unión Soviética, dijese ante la prensa en Bonn que Moscú no negociara en tanto la OTAN mantenga su propósito de modernizar su arsenal de cohetes nucleares en suelo europeo, su colega de la República Federal de Alemania, Hans Dietrich Genscher, aseguró ante las cámaras de televisión que «inmediatamente después de la decisión de la OTAN comenzarán negociaciones para el desarme».

El diario Suedwestpresse comentaba ayer, a propósito del decepcionante final de la visita de Gromiko, que «el Gobierno federal ha quedado en una situación precaria tras las negociaciones de Bonn». Otro periódico (Nuertiberger Nachrichten) cree que el fracaso estaba programado de antemano.Los sectores más optimistas, en la prensa y en los medios políticos, se aferran como a un clavo ardiendo a la visita que harán a Moscú, el próximo año, año electoral por lo demás, el canciller Helmut Schmidt y su ministro de Exteriores. «No irían a Moscú si llevasen en su maleta una pócima venenosa y no un plan de negociaciones», se ha comentado.

La postura del partido gubernamental en Dinamarca, favorable a una moratoria de medio año respecto de la decisión sobre fabricación e instalación de los nuevos cohetes, también se ha convertido en otro motivo de inquietud en Bonn, sobre todo para los socialdemócratas. Noruega, cuyo ministro de Asuntos Exteriores se encontraba también en Bonn a la llegada de Gromiko, tampoco está irreversiblemente dispuesta a apoyar al canciller Schmidt.

Esto quiere decir que el canciller habrá de afrontar en el congreso de su partido, en Berlín, el 3 de diciembre, la incómoda sospecha de connivencia con los Gobiernos conservadores europeos y de diferencias de opinión con los de signo socialdemócrata, o con los socialdemócratas en la oposición.

Los conservadores de Bonn al fin, y fuera de programa, Gromiko recibió a Helmut Kohl durante más de una hora- consideran que ahora no cabe ya retroceso: «La OTAN no puede permitir que sea Moscú quien modele sus planes.» Los sectores liberales, en cambio, ven con alarma el desenlace de la visita del ministro soviético. El General Anzeiger, de Bonn, habla de «una profunda fisura en el diálogo para la distensión», mientras el Neue Ruhr-Neue Rhein Zeitung, de Essen, apela al principio «o negociar inmediatamente o ya nada», con un carácter a lo salomónico.

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