Crisis en las relaciones entre Francia y Gran Bretaña
«Bloqueo», «atmósfera de crisis», «diálogo de sordos»: este breve muestrario, común a todos los observadores franceses, valora la reciente cumbre franco-británica, en Londres, protagonizada por el presidente galo, Valery Giscard D'Estaing, y por la primera ministra Margaret Thatcher. El diálogo fue dedicado fundamentalmente al problema de la contribución británica al presupuesto comunitario, que, conviene recordar, las autoridades de Londres desean reducir sensiblemente.Cada cual, en este país, se remite a la cumbre de Dublín, que, dentro de ocho días, reunirá a los jefes de Estado y de Gobierno de los nueve. Pero nadie se hace muchas ilusiones, en Francia, sobre el eventual resultado. Y esto, aunque la actitud de París, absolutamente intransigente en materia agrícola, sea apoyada por el resto de los miembros de la Comunidad.
A la vista de la posición de la señora Thatcher durante sus conversaciones con el presidente francés, ayer empezaron a recordarse aquí los tiempos de la «gran crisis» del Mercado Común agrícola, cuando, hace ya más de dos lustros, el general Charles de Gaulle, presidente entonces, jugó la carta de la «silla vacía» en Bruselas. Paralelamente, los franceses vuelven a recordar al general para actualizar su intransigencia con los británicos cuando eran candidatos al Mercado Común, «porque, a pesar de los años y de su ingreso en la CEE, continúan siendo más sensibles al "gran lago" que al continente», es decir: los ingleses, políticamente, se sienten asociados a EEUU, y comercialmente, a la Commonwealth, siguen pensando los franceses. Francia, por lo que le concierne, se manifiesta dispuesta ano ceder ni una pulgada: « Lo que está en juego es el principio de la existencia del Mercado Común», dicen las autoridades, respaldadas por al opinión. Mientras se. desarrollaban las conversaciones de Londres, en varios puntos de la geografía francesa, neurálgicos agrícolamente, se celebraron manifestaciones contra la política agrícola británica. La más importante, en Lyon, reunió a unos 15.000 campesinos. «Los agricultores franceses», afirmó el presidente nacional de los sindicatos de productores, «jamás cederán ante la voluntad de algunos miembros de la CEE tendente a introducir, sin control ni protección, la producción bovina de países que no pertenecen al Mercado Común,»
Reticencia
Incluso los franceses más conocedores de las virtudes históricas de la célebre Entente Cordiale, entre franceses e ingleses, manifiestan una dosis de reticencia al intentar prever las consecuencias bilaterales de la postura de Londres. En resumen, la firmeza del señor Giscard ante la señora Thatcher, en las islas, ha sido apreciada por sus conciudadanos.
El hecho, tras el affaire de los diamantes de Bokassa y los otros dos affaires concernientes al primer ministro, Raymond Barre, y a ministro suicidado, señor Boulin le favorecerá probablemente ante sus conciudadanos cuando esto últimos analicen las explicaciones televisadas que, según se anunció ayer oficialmente, les ofrecerá e próximo día 27 del mes en curso sobre esa delicada actualidad interior gala de las últimas semanas.
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