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Los diputados reconocen que ya no hace falta vacunarse contra la viruela

Durante la sesión plenaria celebrada ayer, el Congreso de los Diputados se mostró de acuerdo, con excepción de uno de los diputados asistentes, en que la viruela ha sido erradicada y que, en consecuencia, debe suprimirse la obligatoriedad de la vacunación. La discrepancia, en cambio, subió de tono ante dos proposiciones de ley del Grupo Socialista, una sobre declaración de invalidez de trabajadores silicóticos de primer grado, y, sobre todo, respecto a otra del mismo grupo que pedía la participación de las organizaciones patronales y sindicales en el control de gestión de tesorería de la Seguridad Social. Ambas fueron rechazadas.Francisco Javier Yuste, por los socialistas, trazó una extensa disgresión histórica sobre los avatares de la viruela, para demostrar a sus señorías que la enfermedad podía darse por erradicada. En ello fundamentaba el grupo su petición de que se derogase la base cuarta de la ley de Bases de Sanidad Nacional del año 1944, que establece como obligatoria la vacunación antivariólica.

En nombre del Gobierno, el diputado ucedista Francisco Zaragoza admitió que «la realidad es la verdad y la viruela ha desaparecido, por lo que la minoría centrista votará a favor de la proposición socialista». Y, tras advertir que deben tomarse algunas cautelas precautorias, la proposición fue aceptada con 255 votos favorables, uno en contra y tres abstenciones. No se conoce todavía el nombre del diputado que se opone a que los españoles dejen de vacunarse contra la viruela.

La petición de que se declaren inválidos permanentes y absolutos a los trabajadores silicóticos de primer grado fue defendida por el socialista Alvarez de Pablo. Argumentaba que en muchos casos el cierre de explotaciones mineras coloca a trabajadores que han contraído esta enfermedad ante la imposibilidad de encontrar un nuevo trabajo.

Se opuso, por UCD, José Luis del Valle, quien argumentó que la proposición desconoce la gradación de silicóticos, y que, en todo caso, la solución no es declarar inválidos permanentes totales a los de primer grado.

El debate tuvo explicación de voto por parte de Fernández Inguanzo, comunista; Martínez Martínez, socialista, y de nuevo, José Luis del Valle, que abundaron en parecidas razones a las de su primera intervención, antes de que la proposición fuese rechazada por 145 votos negativos, 126 favorables y dos abstenciones.

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