Tortura o infamia

«( ... ) Tanto el diputado Bandrés, que se ha ratificado en sus acusaciones, como el ministro del Interior y el secretario de Estado para la Información, señor Meliá, han cerrado el camino de una avenencia. Un a de las dos partes tiéne razón, lo que quiere decir que la otra miente. A la gravedad de las acusaciones hay que añadir, por tanto, la no menor gravedad que conlleva el que uno de estos interlocutores, básicos para la andadura autonómica y necesitados de credibilidad ahora más que nunca, falte a la verdad en tan delicado asunto. ( ... )Un policía torturador es un solapado cómplice del terrorismo, en la medida que facilita coartadas "éticas" para su mantenimiento. Al imperativo de la justicia añadamos, por ello, el de la defensa de la democracia, si en dicha acusación hay fundamento.

Pero si no lo hay, si esta acusación es una parte entre otras de la preparación psicológica de la campaña pro amnistía en que Bandrés y su grupo ya están embarcados, la responsabilidad no es menor que en el caso contrario y la exigencia de investigarla no menos urgente. De ahí que la respuesta del Gobierno, poniendo en manos del fiscal general los hechos nos parezca jurídicamente correcta, pero políticamente insuficiente. Hay materia para formar una comisión parlamentaria que entre a fondo en los diversos supuestos y se pronuncie sobre su veracidad o falsedad. ( ... )

Anteayer, 5 de noviembre, se inició en Inglaterra el juicio contra uno de los participantes en el asesinato de lord Mountbatten el pasado verano. La rapidez nunca sobra en estos asuntos, y una comisión parlamentaria agilizaría la investigación mucho más que nuestro lento sistema procesal.

Investíguese a fondo en esta duda y que responda quien tenga que responder, bien por tortura o bien por infamia.»

, 7 de noviembre