El Festival de Cine de San Sebastián acentúa su carácter popular y de espectáculo
La posibilidad de incidentes preocupa a organizadores y partidos políticos.
El 27.º Festival Internacional de Cine de San Sebastián, que comienza mañana con la proyección de Manhattan, de Woody Allen, intenta unificar el interés y espectacularlo con el apoyo popular a una manifestación cultural que en la presente ediciónrse va a desarrollar en un ambiente político dedicado, al coincidir con las moviilizaciones, en apoyo de los refugiados vascos. Hasta el próximo día, 19, cerca de doscientas películas se van a proyectar en las distintas secciones: la oficial, la informativa, arte y ensayo y el cine de las nacionalidades. En la sección a concurso figuran obras de Carlos Saura, Peter Bogdanovich, Helvio Soto y Josep María Ford. El interés también se centra en las películas fuera de concurso, con las últimas producciones de Pontecorve, Woody Allen, Bertolucci y Coppola. Informa desde Bilbao Javier Angulo.
El estreno en el Estado español de Operación Ogro, de Gillo Pontecorvo; Manhattan, de Woody Allen; Appocalypse now, de Francis Ford Coppola, y Mamá cumple cien años, de Carlos Saura, junto con la creación de las secciones de nuevos creadores, arte y ensayo y cine de las nacionalidades, son acaso los atractivos más iñiportantes de la 27.ª edición del Festival de Cine de San Sebastián, que se celebra entre mañana y el día 19.Tras las dificultades habidas el año pasado, se pretende que esta nueva edición el festival recupere la brillantez de años pasados y, junto a la confirmación de su carácter descentralizador -cine a los barrios y pueblos de San Sebastián y la provincia-, vuelva al Victoria Eugenia, sede del certamen, la espectacularidad, el glamour, el buen cine.
El temor a incidentes que pongan en peligro la continuidad del festival parece en principio mitigado por la declaración pública delos partidos políticos de apoyo al certamen y la promesa del gobernador civil de Guipúzcoa al director del festival de que las Fuerzas de Orden Público no harán acto de presencia en las zonas donde se encuentran las diferentes salas donde se proyectarán las películas que, en un número superior al centenar, se presentarán eh cualquiera de las secciones.
Un poco de historia
Desde aquel festival de «andar por casa», que era la Semana de San Sebastián de 1953, a la edición brillante, coriñuevas secciones, profusión de directores y artistas invitados y la proyección de las películas en rnás de cuarenta barrios y pueblos de San Sebastiár, y la provincia,-hay veintisiete años de historia de un certamen que ha conocido el prestigio y las «vacas gordas», y las penurias y los riesgos de desaparecer, caso de la edición del año pasado.En 1957; el festival de San Sebastián adquiere su «mayoría de edad» y la Federación Internacional de Asociaciones de Productores Cinematográficos (FIAP) le otorga la categoría «A», la máxima. Pasarán a partir de entonces años de altibajos en la calidad de las películas, de presencia activa de figuras del cine y de protección oficial a un festival que dirige entonces, con carácter casi «vitalicio», Miguel Echarri.
Será necesario esperar a 1970 para asistir a la primera «prueba de fuego» del certamen. En ese año se celebra el juicio de Burgos contra dieciséis militantes de ETA. El ambiente es muy tenso en las calles de Euskadi y el festival no puede dejar de encajar sus consecuencias. Se produce entonces la primera contestación al certamen, desde fuera y desde dentro, cuando varias delegaciones extranjeras se retiran en muestra de solidaridad con los vascos que son juzgados por un tribunal militar.
Sin embargo, el festival de élite, oficialista, que comenzaba a languidecer, no daría el gran viraje hasta 1977. Ese año, Miguel Echarri es «destronado» y se constituye el primer comité rector con representación de diversos organismos ciudadanos.
Se produce este año lo que puede calificarse de «descentralización» del festival, que sale así a los barrios de San Sebastián y pueblos de la provincia. El certamen logrará de esta forma un verdadero enraízamiento con la problemática socio-político-cultural de su entorno geográfico.
Todo eran sombras y dificultades en los primeros meses del año 1979 para la realización del 27.º festival. Un fantasma corrió por la capital: se quería llevar el certamen a Mallorca, y la FIAP amenazaba con retirarle la categoría «A», si no volvía a convertirse en un festival con aire de altura, mercado cinematográfico asegurado y personalidades y prensa especializada apoyándolo.
Pese al interés por mantener el certamen, los problemas de orden económico y de planteamiento del ismo -con profundas divergencias entre el comité rector y el hasta entonces director, Jesús María Idoeta, parecían conducirle a un triste final.
Cuando va a concluir el festival de Cannes, todavía la 27.ª edición está en «mantillas». Sin embargo,y tras el cambio de director, y con el entusiasmo del equipo rector, presidido por Julio Caro Baroja, se consigue que, en sólo tres meses, quede lista la edición de este año.
Recuperar la imagen
«Somos conscientes de que en un momento dado ha peligrado la continuidad del festival y la FIAP nos ha dado la última oportunidad de mantener la categoría «A». Por ello queremos hacer un gran esfuerzo para lograr un brillante festival en todos los sentidos y deshacer la imagen de festival conflictivo y en decadencia que tenía en los últimos años. Queremos convencer a todos que el certamen de San Sebastián debe continuar», ha declarado a EL PAIS el director del festival, Luis Calparsoro.«Queremos este año», afirma, «aportar, junto a la sección oficial y la informativa, fórmulas de especialización del festival, que lo hagan distinto y necesario en años posteriores.»
Esta afirmación del señor Calparsoro se confirma si se analizan con detenimiento las diversas secciones con que cuenta este año el festival. Un certamen que va a costar por encima de los quinientos rrúllones de pesetas, de los que 150 son sufragados por el Ministerio de Cultura -que este año se ha estirado en algo más de diez millones, con respecto a su aportación habitual- y por entidades locales y provinciales guipuzcoanas (la taquilla supone el 40% del presupuesto).
Las secciones
En lo que hace a la sección oficial, destacar que son precisamente las cuatro películas que van fuera de concurso (Ogro, de Pontecorvo; La luna, de Bertolucci; Manhattan, de Woody Allen, y Appocalypse now, de Francis Ford Coppola) las que despiertan más interés. Junto a ellas -y ya en concurso- parecen despuntar a priori como favoritas Saint Jack, de Bogdanovich, y el último Saura, Mamá cumple cien años. Al cinéfilo vasco -que espera con ansiedad Ogro- le interesan también El juicio de Burgos, de Uribe, y Compays, procés a Catalunya, Junto con la película de Pontecorvo, las tres más destacadas en el capítulo de cine político; en este mismo apartado, sin salimos de la sección oficial, podrá verse Más fuerte que el fuego, película de la República Democrática Alemana, dedicada a la figura de Salvador Allende.En la sección informativa, y a modo de rápido repaso, cabe destacar la proyección de Moliére, de Ariane Mnouchkina; Il prato, la última obra de los hermanos Taviani; El recurso del método, del chileno Miguel Littin, y El hombre de mármol, del realizador polaco Andrej Wajda.
Pero donde los rectores del festival quieren lograr su potenciación e incluso su especialización es en las secciones de nuevos creadores, arte y ensayo y cine de las nacionalidades. En la primera, de carácter competitivo, se proyectarán doce operas-primas de realizadores nuevos de Austria, Jamaica, Rumania, España, Francia, Italia (con una obra del hasta ahora actor Pierre Clementi), Colombia, Hungría, Estados. Unidos, Grecia y Alemania Federal. Un jurado especial decidirá los premios.
Especial interés tiene este año la sección de arte y ensayo, en la que se proyectan veinticinco películas de arte y ensayo. Cabe destacar cinco títulos de los hermanos Taviani (entre ellas Allosanfan, Un hombre para quemar y Los- subversivos, y otros de realizadores tales como Fassbinder, Wajda, Herzog -Nosferatu-, Renoir y Godard.
Esta sección -que se desarrollará entre el 13 y 16- estará reforzada por una serie de coloquios, mesas redondas y ponencias en tomo a la problemática del cine de arte y ensayo, en la que participarán representantes de la Administracíón y cine-clubs, productores, exhibidores y realizadores de arte y ensayo.
«Se desea», señala Luis Calparsoro, «que esta sección despierte interés y que el festival de San Sebastián pueda convertirse en el futuro en un importante mercado del cine de arte y ensayo.»
El cine de las nacionalidades tendrá también su sección, en la que podrán verse obras de realizadores flamencos, valones, de Cataluña, Galicia, Canarias, Euskadi y Bretaña. A las proyecciones se acompañarán encuentros, mesas redondas e intercambios culturales.
No se han olvidado de la población infantil los rectores del festival, que, al conmemorarse en 1979 el Año Internacional del Niño, han preparado también un ciclo de cine infantil. La entrada será gratuita.
Descentralización
La 27.ª edición del Festival de Cine de San Sebastián alcanzará este año su máxima cota de descentralización. Más de 199 películas -prácticamente todas las programadas, excepto las que con forman la sección oficial- se proyectarán en los días que dure el certamen en más de cuarenta ba rrios y pueblos de San Sebastián y la provincia.Sin embargo, los rectores del festival desean que al mismo vuelva la espectacularidad, el glamour y las noches de gala (hay prevista una el día 15 en el palacio real de Miramar). Para lograr todos estos ingredientes, el festival cuenta este año con una larga lista de estrellas, personalidades y caras conocidas del cine mundial y del Estado español. A, modo de muestra, decir que se espera la visita de los directores Bertolucci, Pontecorvo, hermanos Taviani, Saura, Berlanga y José Luis Borau, y de actores casi legendarios, como Dana Andrews o Glenn Ford, además de Hemult Berger, Ursula Andress, Susan George, Barbara Bouchet, Brigitte Fossey, Franco Nero o Jane Birking. Junto a ellos habrá en los palcos representación del Consejo General Vasco, parlamentarios y autoridades locales, provinciales y estatales.
La seguridad del festival
Existe el temor entre los rectores del festival de que la edición de este año pueda verse entorpecida a causa de incidentes derivados de la celebración de manifestaciones que, en protesta por la delicada situación de los refugiados vascos, van a celebrarse este próximo fin de semana y en días posteriores.A la espera de una reunión definitiva para tratar el tema del festival de todas las fuerzas políticas, Herri Batasuna ha hecho público un comunicado en el que afirma apoyar al festival «por poseer el necesario apoyo popular y servir al desarrollo cultural del pueblo vasco».
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