"En mi país se han restaurado los derechos ciudadanos", asegura el canciller chileno

Quinientas personas, aproximadamente, se concentraron ayer frente al hotel Luz Palacio, protegido por un fuerte dispositivo de seguridad, pientras en uno de los salones del mismo el ministro de Asuntos Exteriores de Chile, Hernán Cubillos, ofrecía una conferencia de prensa. Los manifestantes, entre los que se encontraban los parlamentarios socialistas Fernando Morán y Alonso Puerta y el líder de MC-OIC Javier Alvarez Dorronsoro, se disolvieron, por orden de la policía, antes de que el señor Cubillos abandonara el hotel.

Entre los concentrados figuraba también la hermana. del sacerdote español padre Llidó, desaparecido en Chile, quien se había entrevistado por la mañana con el titular español de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, para solicitar la mediación del Gobierno Suárez. Los manifestantes, que intentaron exhibir una pancarta firmada por MC-OIC, sin que la Policía Nacional se lo permitiera, profirieron gritos como «Pinochet, asesino» y «Los desaparecidos, ¿dónde están?».La rueda de prensa se desarrolló con tranquilidad, aunque la sala se encontraba repleta de personas ajenas a la profesión periodística, que aplaudieron al señor Cubillos cuando se marchaba.

El ministro de Asuntos Exteriores chileno, interrogado sobre la situación del «caso Letelier» -ex ministro de la Unidad lopular asesinado en Estados Unidos por orden, al parecer, del general de la DINA Manuel Contreras-, afirmó que la Corte Suprema de su país decidiría en un plazo aproximado de dos otres semanas si concede la extradición solicitada por el Gobierno de Washington.

Añadió que el «caso Letelier» era un obstáculo en las buenas relaciones entre su país y Estados Unidos, y que ambos Gobiernos habían tenido cordura suficiente como para acordar que el tema, discurriera por los cauces jurídicos adecuados. «El obstáculo será pronto superado, porque Estados Unidos reconoce la competencia de la Corte Suprema chilena, y tanto ellos como nosotros nos someteremos a su fallo», agregó.

En relación con la desaparición del padre Llidó, que según algunos testimonios ha sido visto en instalaciones policiales chilenas, el señor Cubillos afirmó que su Gobierno le había prestado gran atención desde el primer momento, dado además que el Gobierno español se encontraba muy interesado. «Puedo decir que no está detenido en Chile y que ninguna de las informaciones que hemos investigado son. válidas.»

El ministro de Asuntos Exteriores de Chile respondió a numerosas preguntas sobre la situación de los derechos humanos en su país, e insistió en que, salvadas situaciones de emergencia, de las que ningún país está a cubierto, en Chile se ha vuelto a la restauración de los derechos ciudadanos. Interrogado sobre la matanza de la mina de Lonquen, dijo que había sido producto también de los primeros días del pronunciamiento militar y que los hechos caen plenamente dentro de la ley de amnistía promulgada por su Gobiemo.

Reconoció, sin embargo, que dicha ley no autoriza el regreso a Chile de chilenos que se encuentran exiliados, «personas», dijo, «que van a alterar la tranquilidad social y a introducir el terrorismo ». A la pregunta de si la ley permitiría el regreso de personalidades como el senador socialista Eric Schnake, dado que no era un terrorista, explicó: «Bueno, la ley contempla otros casos que no voy a detallar, en general, a personas que pueden ser dañinas para el desarrollo de mi país.»

Tanto el señor Cubillos como sus asesores explicaron detalladamente la mejoría experimentada por la situación económica de Chile y afirmaron que el salario real promedio ha ascendido en un 12% en relación con el de 1970, según unos índices, y en un 7%, según otros. El crecimiento del salario real en 1979 será, según manifestaron, del 10%. Simultáneamente ha descendido el índice de paro de un 19% a un 12%.