Ambigüedad en Nicaragua

«El plan americano para la solución de la crisis nicaragüense, presentado el jueves 21 de junio en Washington, ante la asamblea extraordinaria de la Organización de Estados Americanos, implicaba evidentemente la salida del general Somoza, uno de los "mejores aliados" de Estados Unidos en América Latina. Era un giro espectacular de Washington con respecto a un dictador sin escrúpulos, que se ha beneficiado durante largo tiempo de todas las complacencias de los dirigentes americanos.Sin embargo, la insistencia puesta en EEUU desde hace veinticuatro horas en preconizar la entrada de elementos somozistas en un Gobierno provisional de "reconciliación" en Managua y, sobre todo, las múltiples declaraciones oficiales sobre una eventual intervención militar americana en Nicaragua, unilateral o bajo la bandera de la OEA, permiten interrogarse sobre la sinceridad y la amplitud del cambio de posiciones de Washington. La puesta a punto por el Pentágono de un cuerpo militar especial destinado a intervenir en todos los teatros de operaciones del Tercer Mundo donde los intereses de EEUU estén amenazados" refuerza, por otra parte, las sospechas de aquellos que piensan que Nicaragua sería el primer objetivo.

En todo caso, la propuesta americana de envío a Nicaragua de una "fuerza de paz" no suscita el entusiasmo en las delegaciones latinoamericanas. Los adversarios más resueltos del régimen de Somoza ven en ella una maniobra destinada a proteger, en un primer tiempo, un Gobierno acorralado y sometido a la presión militar de los sandinistas.

México rechaza toda solución que implique cualquier tipo de negociación con el régimen de Somoza. Los países del Grupo Andino (Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia), cuya toma de posición común augura bien a las claras su futura colaboración, desean igualmente el rechazo de los hombres ligados al amo de Mánagua. Los más inquietos con la perspectiva de una caída de Somoza, como Chile, Brasil, Uruguay, Paraguay, Guatemala, Honduras y El Salvador, se refugian en el principio de "no intervención" para justificar sus reservas ( ... ) Los sandinistas han hecho saber que ellos considerarán a los soldados de la OEA como beligerantes.»

, 25 de junio