Escaso interés del Gobierno francés por la energía solar
Ayer se celebró por primera vez en Francia el Día del Sol, en trescientas ciudades, villas y pueblos. Manifestaciones musicales, coloquios, conferencias, espectáculos totales, congregaron a todo el mundo: ecologistas, representantes oficiales, asociaciones de todo género. La energía solar y las consecuencias sociopolíticas que, para algunos, implica el sol como alternativa a la infraestructura tecnocrática y todopoderosa que simboliza el reactor nuclear, fueron ampliamente comentadas.
«El Sol es mucho más que el Sol. El Sol es una concepción de la vida, de la sociedad, de la relación de los hombres con ellos mismos y con la Naturaleza.» Así es como interpretan el Sol y su aprovechamiento energético los dos inventores americanos del Día del Sol, Joel de Rosnay y Lòuis Beriot. Así es como, ayer, los partidarios de la energía solar en este país aprovecharon la primera celebración del Día del Sol para confrontarse con los representantes oficiales y con su política del «todo nuclear».En Francia, en efecto, las investigaciones sobre la energía solar están en pañales aún. Pero lo más grave, anotan quienes pleitean en favor de esta nueva fuente energética, es que el Gobierno no cree en ella.
Según se estipuló en un Consejo de Ministros reciente, las disposiciones en marcha en lo concerniente a la energía solar pretenden que Francia, en el año 2000, obtenga del Sol el 5% de su consumo energético. Los presupuestos dedicados a la energía solar (cien millones de francos anuales) y los afectados al Comisariado de Energía Atómica (3.500 millones de francos) son un índice del interés oficial por estas dos fuentes de reemplazamiento.
En estos momentos, Francia tiene previsto un mínimo de 116 centrales nucleares para el año 2.025. Sin embargo, en apariencia al menos, el Sol no tiene enemigos. En las múltiples manifestaciones celebradas ayer en toda Francia, los representantes del Gobierno se mezclaron con los ecologistas, con los dirigentes industriales y con organismos diversos. Pero la significación de la jornada del Sol no era la misma para sus protagonistas. Para unos, la energía solar cambiará la manera de vivir de los hombres, los valores sociales y la organización política vigente. Para los poderes públicos, la energía solar es una posibilidad aprovechable, pero nada más.
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