La subnormalidad, en cierta relación con los problemas de nutrición

«Existen dos culturas: una, la de la cantidad de vida, en la que lo fundamental es sobrevivir, y la de la calidad de vida, en la que no se discute si se vive o se muere, sino sólo cómo se quiere vivir. La pobreza está unida a la desnutrición, y ésta, a la falta de tiempo e información por parte de las familias para dar a sus hijos la estimulación que necesitan para su perfecto desarrollo físico y mental.» Esta es una de las ideas centrales expuestas por el profesor Joaquín Cravioto, director científico del Instituto Nacional de Ciencias y Tecnología de la Salud del Niño (México), dentro de las Jornadas Internacionales sobre Estimulación Precoz, que se están desarrollando en la sede de la Fundación General Mediterránea.Según el citado especialista, un niño desnutrido necesita más «unidades de estimulación» que uno bien nutrido, lo que ayuda a comprender por qué existen mayores índices de subnormalidad en medios o países pobres.

Refiriéndose a la estimulación, el profesor Cravioto insistió en que la estimulación ha de ser sistemática y no centrada exclusivamente en unos meses de la vida del niño. Según él, el problema de los niños desnutridos puede ayudarnos a tratar mejor el problema de los que no lo son. Los desnutridos, cuando se recuperan, crecen a velocidades muy grandes, tanto psíquica como mentalmente.