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Liberado el delegado de Industria y Energía en Navarra

El delegado del Ministerio de Industria y Energía en Navarra, Ignacio Astiz Larralla, fue liberado en la madrugada de ayer por sus secuestradores junto a Zizur, población cercana a Pamplona, después de haber permanecido en un lugar desconocido durante cinco días. El secuestrado apareció sobre las tres y media de la madrugada en un bar del barrio de Echabacoiz, después de haber andado durante unos veinte minutos, desde donde telefoneó a su familia. Durante todo el día de ayer no fue posible establecer ningún tipo de contacto con Ignacio Astiz, si bien a últimas horas de la tarde su familia facilitó un comunicado a los medios de información en el que se detallan los pormenores de su secuestro por un comando de ETA (p-m).

Según el testimonio escrito de la familia Astiz-Garay, el delegado del Ministerio de Industria y Energía en Navarra fue secuestrado por tres personas armadas y encapuchadas, que le obligaron a introducirse en su vehículo, para trasladarle hasta un lugar «abrupto, montañoso y salvaje, donde ha estado secuestrado hasta las primeras horas del lunes día 11 ».Ignacio Astiz, que según su familia «ha recibido un trato atento y considerado, siendo muy a menudo interrogado sobre alguna necesidad o deseo que pudiera serle dado», permaneció durante su secuestro dentro de un refugio o chabola en una zona muy montañosa y de gran pendiente. La primera noche durmió en una colchoneta neumática, abrigado con una manta y un jersey, ya que la temperatura del lugar era muy baja. En los días sucesivos el comando de ETA (p-m) le preparó otro refugio, «más confortable», en el que descansaba en un saco de dormir con mantas.

Durante su cautiverio Ignacio Astiz estuvo alimentado a base de legumbres en conserva, salchichas, huevos, carne de pollo y fruta y, en varias ocasiones, se le facilitaron periódicos, que leía con la ayuda de una linterna eléctrica prestada por sus secuestradores. Sobre la posible identificación de estos, la nota de la familia indica que el señor Astiz «no ha podido fijar las características físicas de los secuestradores, ya que estos constantemente cambiaban sus ropas, calzado, pasamontañas, etcétera».

Sobre las seis de la tarde del pasado sábado, según la nota, Ignacio Astiz fue informado por el comando de ETA (p-m) de que sería liberado ayer. De esta forma, «al anochecer del domingo fue obligado a salir de su refugio y después de andar durante unos veinte minutos, se le forzó a introducirse en un coche y a colocarse en el asiento trasero, donde, privado de la visibilidad por un pasamontañas puesto en sentido inverso y una manta que cubría la totalidad del cuerpo, se inició el viaje de regreso. Tras un período de tiempo que no pudo precisar, fue abandonado en un lugar situado en las proximidades de Zizur Menor». Después de andar durante otros veinte minutos y de comprobar en donde se encontraba, Ignacio Astiz se dirigió hacia el barrio de Echabacoiz, a unos tres kilómetros del centro de Pamplona. Allí, en el bar Paquito, tomó una cerveza, le preguntó al propietario si sabía quién era él e hizo una llamada telefónica a su casa. Pasadas las tres y media de la madrugada de ayer, fue reconocido por su hijo Miguel y su cuñado Alfonso Garay, y trasladado a su domicilio.

La nota de la familia Astiz-Garay señala que «durante el secuestro fue interrogado sobre la posibilidad de que se realizase la instalación de la central termonuclear de Tudela y de la política industrial que se sigue en Navarra. El señor Astiz les ha explicado repetidas veces cuáles son todas las funciones de la Delegación del Ministerio de Industria y Energía, y el alcance de sus facultades ».

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