Ruptura con la economía del beneficio para una política socialista del medio ambiente
La ruptura con la economía del beneficio y con el crecimiento acumulativo es la primera condición para una nueva política socialista del medio ambiente. Así lo recoge el texto elaborado por la comisión de ecología y medio ambiente, que propugna, al mismo tiempo, la formulación y la puesta en práctica de una política conjunta que acabe con los análisis sectoriales y con la dispersión de intervenciones. Otro mecanismo que se defiende es la puesta en práctica de formas de participación ciudadana en los problemas del medio ambiente.
En relación con la ordenación territorial se defiende una vía democrática con intervención de los órganos legislativos (Parlamento y municipios), de las organizaciones populares de base: asociaciones de vecinos y usuarios, sindicatos y grupos ecologistas. Asimismo se fija que en «las áreas urbanas los planes de ordenación municipal habrán de establecer las zonas predominantemente residenciales, comerciales y de industrias no peligrosas. Se incluye, también aquí, un llamamiento a potenciar el transporte público en los núcleos urbanos y una petición de incremento del transporte de mercancías por ferrocarril.Para evitar la contaminación atmosférica se defiende un proyecto consistente en confeccionar de forma urgente, para difundir públicamente, un inventario de industrias potencialmente contaminantes con la cantidad y naturaleza de sus emisiones a la atmósfera, establecimiento de nuevos mecanismos para valorar la calidad del aire y el control de su cumplimiento. Se exigen medidas legales para evitar la contaminación por el tráfico y se piden fuertes sanciones para las empresas que incumplan las normas y exenciones fiscales y créditos para aquellos industriales que atestigüen una firme intención de no contaminar.
El dictamen relativo a servicios sociales fue defendido por Ciriaco de Vicente, que obtuvo también grandes ovaciones al finalizar su intervención. La posición de los, socialistas en relación a los servicios sociales se inspira en el derecho a los mismos por parte de todos los ciudadanos. No obstante, el texto establece que en una etapa de transición al socialismo es necesario atender a los individuos y grandes sectores de la población que padecen marginación como consecuencia de las reglas de funcionamiento del sistema capitalista. Se propugna así una serie de alternativas para mejorar la situación de diferentes colectivos marginales, entre los que cita a los minusválidos, jubilados y pensionistas emigrantes, enfermos mentales, drogadictos, prostitutas, homosexuales y otros.
Como objetivo básico para suprimir la marginación se establece la eliminación de las actuales relaciones sociales de dominación, el cambio de los valores y la construcción de una sociedad más justa, igualitaria y solidaria. Como principios básicos se estipulan: igualdad, libertad, solidaridad, universalidad en la atención a los marginados, así como una financiación pública para hacer frente a las necesidades de estas personas. Por último, se fija en este concepto, un mandato al congreso del partido para que antes del 1 de enero de 1981 convoque convenciones monográficas sobre los diversos sectores que se encuentran marginados.
Amigos de la policía
La alternativa socialista, en cuanto a política policial, defiende la desdramatización del papel de la policía. Se dice: «Los policías no sólo no son enemigos del pueblo, sino que deben de ser sus protectores. Y el pueblo, los estudiantes y los obreros, y, en concreto los socialistas, no sólo no somos el enemigo interior, sino que somos unos ciudadanos que deseamos que guardias y policías defiendan el orden democrático.» Se insta al pueblo a respetar a sus guardias y policías y a estos últimos a ser especialmente sensibles para evitar los sufrimientos de la población. Propugna el partido una transformación ideológica y un aumento de competencia entre los agentes, ya que la policía «debe ser mucho más hábil y competente en la democracia para lograr los resultados que durante la dictadura podía obtener fácilmente con el recurso de la fuerza». Por otra parte, se defiende la globalidad en la concepción del orden público, frente a la parcelación actual «resulta aberrante que un servicio de orden deba sancionar ciertas infracciones y dejar incólumes otras porque su represión no se de la incumbencia específica de su cuerpo».
Se propone el Grupo parlamentario del PSOE la presentación de una proposición de ley orgánica sobre las fuerzas y cuerpos de seguridad, y se insta a las federaciones; del partido correspondientes a las comunidades autónomas, así como a las agrupaciones provinciales o de grandes ciudades, a que designen a un miembro para que se especialice en temas policiales, con el fin de que mantenga estrechos contactos con los miembros de los cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado.
Arte-clase dominante
«La cultura tiene que ser crítica y autónoma, única manera de que cumpla su función social -el ejercicio radical de la democracia en todos los sectores de la sociedad», esto constituye ¡a base de la estrategia cultural del PSOE, que se basa al mismo tiempo en una descentralización que defienda las culturas autóctonas sin que «se pierda de vista la doble vertiente de la internacionalización».
El dictamen en materia cultural propugna, entre otras, las siguientes alternativas para los sectores más importantes. Así, en cuanto a patrimonio artístico, se reclama la devolución al pueblo de los testimonios materiales de su cultura, la instrumentalización del patrimonio histórico, artístico social económico y cultural, al servicio de los intereses nacionales. Se subraya, además, la necesidad de considerar, en relación con los futuros planes urbanísticos, una ley que contemple la exigencia de mantener los valores artísticos y sociales tanto en función del en torno concreto como de los intereses ciudadanos.
El dictamen establece que el PSOE confirmará una política bibliotecaria regional para que los entes locales puedan crear y gestionar sus propias redes o sistemas bibliotecarios. En cuanto a las artes plásticas, la alternativa socialista se resume en las siguientes bases: replanteamiento de la relación arteclase dominante; creación de las condiciones necesarias para que los artistas trabajen en libertad-, creación de cauces de comunicación artista-pueblo y potenciación de la intervención de los entes autonómicos y municipales en el desarrollo de los cauces de creación y participación en el arte.
En cuanto a la política editorial, se establecen los siguientes principios: libertad de expresión y eliminación de la censura, garantías, a los autores de sus derechos, estímulos a la creación, mantener la necesidad de la gratuidad de los libros de texto y la eliminación de la corrupción en su comercio.
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