Paso importante en el deshielo de relaciones entre China y URSS
Ayer se confirmó que la respuesta de China a la nota soviética del 17 de abril fue enviada el pasado sábado al embajador de la URSS en Pekín. Se trata de la tercera comunicación diplomática entre los dos países en poco más de un mes. El 3 de abril, al tiempo que se anunciaba la intención de no prorrogar el tratado de amistad concluido con la URSS en 1950, China propuso a la Unión Soviética la apertura de nuevas conversaciones «para la solución de los problemas pendientes y la mejora de las relaciones entre los dos países».
En una nota de Andrei Gromiko al embajador de Pekín en Moscú el 17 de abril, el Gobierno soviético solicitó a los chinos precisiones sobre el objeto y los fines de tales conversaciones. Sobre este aspecto responde al cabo de tres semanas la nueva nota de China.Esta nota no se ha hecho pública, pero ayer una fuente china la calificó como «respuesta a la nota soviética del 17 de abril». El Gobierno chino propone que China y la URSS entablen negociaciones para resolver las cuestiones pendientes entre los dos; países y para mejorar las relaciones bilaterales. El objeto de la negociación es claro.
La parte china está dispuesta a una larga negociación, independientemente de seguir las negociaciones fronterizas chino-soviéticas, con vistas a obtener resultados lo antes posible.
La negociación debe incluir la formulación de principios sobre los que deben fundamentarse las relaciones entre los dos países, la eliminación de obstáculos en la normalización de sus relaciones y las cuestiones concernientes al desarrollo de las relaciones comerciales, intercambios científicos, tecnológicos y culturales, sobre la base de la igualdad y ventajas mutuas.
Fuentes diplomáticas concuerdan en añadir algunos detalles suplementarios. Por una parte, China se refiere a los cinco puntos de la coexistencia pacífica para establecer nuevas normas en sus relaciones con la URSS. Por otra parte, la esperanza de «rápidos resultados», que concierne específicamente a los portavoces sobre las cuestiones fronterizas más que a la negociación política general sobre las relaciones bilaterales.
Negociaciones fronterizas
El punto más importante es que, por primera vez desde 1969, China no fija ninguna condición previa para los contactos de los portavoces. No solamente no se menciona la evacuación de las tropas soviéticas en Mongolia (solicitada por Pekín en la primavera de 1978), sino que China tampoco reclama la retirada de las fuerzas de la URSS de «las zonas reivindicadas» a lo largo de la frontera. Este último punto, regularmente mencionado en las proposiciones chinas, es considerado por Moscú como «condición previa inaceptable».
La nueva nota china confirma los síntomas acumulados desde hace varias semanas, que llevan a pensar que existe un cambio de clima en las relaciones chino-soviéticas.
Ya el pasado miércoles, el Diario del Pueblo publicó un artículo en el que se revelaba una sorprendente apertura de ánimo hacia las experiencias de otros países socialistas. Tras explicar que China no tenía la exclusiva del socialismo «auténtico», el autor añade que «cada país, cada nación, tiene características propias. Todos los países que concilien los principios universales del marxismo-leninismo con sus propias realidades concretas tienen el derecho a existir (en tanto que país socialista), puesto que caminan hacia el objetivo final del comunismo y elaboran teorías y políticas cuya eficacia está demostrada». Tal lenguaje, como se ve, está lejos de las condenas lanzadas no hace mucho contra «los revisionistas soviéticos».
Otro aspecto significativo lo da la revista de Hong-Kong Cheng Hing, habitualmente próxima a los criterios de Pekín y bien informada, que en su número de mayo se refiere a la «posibilidad de un relativo deshielo en las relaciones entre China y la URSS».
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.