El primer ministro israelí promete, ante el Congreso norteamericano, resolver el "problema palestino"

El primer ministro Menahem Begin pidió ayer al Congreso norteamericano que «no desconfíe» de las intenciones del Gobierno israelí y aseguró que «el problema palestino» será resuelto. Por su parte, el presidente egipcio, Anuar el Sadat, requirió la ayuda de Washington para moderar la posición de Israel en las futuras negociaciones sobre Cisjordania y Gaza.

Sadat y Begin visitaron ayer, por separado, los comités de Asuntos Exteriores de las dos Cámaras del Congreso norteamericano, para facilitar la aprobación por el legislativo de los 5.000 millones de, dólares que costará, en principio, a Norteamérica la firma del tratado egipcio-israelí.El líder israelí afirmó que su Gobierno está dispuesto a resolver «el problema de los palestinos árabes», aunque no entró en detalles de cómo piensa alcanzar esa solución, y pidió a los congresistas que no pusieran en duda las intenciones de Israel al respecto. Begin recordó a los legisladores que «Israel es el aliado real de Estados Unidos en Oriente Próximo».

Anuar el Sadat reiteró su intención de cumplir «al pie de la letra» el tratado de paz firmado el lunes, si bien pronosticó «grandes problemas» en las negociaciones sobre la autonomía de Gaza y Cisjordania. El presidente egipcio urgió a Washington a jugar un papel activo en esas conversaciones y pidió abiertamente que Norteamérica utilice su influencia para moderar la postura de los israelíes.

Compromiso norteamericano

Otra preocupación que puede detectarse en el Congreso hace referencia al compromiso real de Estados Unidos en la defensa del tratado egipcio-Israelí. El texto del memorándum de acuerdo entre Washington y Tel-Aviv todavía no se ha hecho público, aunque lo será en breve, pero existe el temor de que la Administración Carter haya firmado acuerdos secretos con Israel para eliminar las resistencias Del Estado judío a la firma del tratado.Las posibles represalias árabes contra Egipto y el problema palestino aparecen ahora como las más inmediatas dificultades. El presidente Sadat no leyó en su discurso de la ceremonia de la firma unos párrafos -distribuidos con anterioridad a la prensa-, en los que pedía a Washington que negociase directamente con los palestinos. La embajada egipcia atribuyó esta omisión al hecho de que Sadat pasó dos páginas, en vez de una, al leer el texto.

Sin embargo, y después de que Begin se refiriese a Jerusalén como ciudad indivisible y capital del Estádo judío, Anuar el Sadat aprovechó los brindis de la cena celebrada en la Casa Blanca para leer los párrafos sobre los palestinos omitidos por la mañana. Begin y Sadat nombraron públicamente a Carter candidato al premio Nobel de la Paz de este año y los roces provocados por las alusiones respectivas a Jerusalén y los palestinos se olvidaron, entre las burbujas del champán.

Durante los próximos días, Sadat y Begin continuarán en Estados Unidos buscando apoyo para la nueva situación creada en Oriente Próximo. Sadat tiene programadas entrevistas con directivos del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional y Begin se reunirá con la poderosa comunidad judía de Nueva York. A última hora de ayer se anunció que la visita de Begin a El Cairo se ha retrasado una semana, hasta el 9 de abril,