La Liga Arabe estudia imponer sanciones a Egipto

Representantes de dieciocho Estados de los 22 integrantes de la Liga Arabe se reunieron ayer en Bagdad para examinar las sanciones contra Egipto por la firma del Tratado de Paz con Israel. No asistieron Egipto, Sudán, Omán y Yibuti.El presidente de la OLP, Yasser Arafat, que asistió a la reunión, solicitó, por su parte, que los Estadosárabes productores de petróleo inicien un embargo a Estados Unidos, mientras el representante iraquí advirtió de la necesidad de usar moderación con Egipto.

Antes de que se tenga noticia del tipo de represalia de la Liga contra el régimen de El Cairo, las autoridades egipcias manifestaron su deseo de abandonar toda actividad en el seno de la organización «hasta que la serenidad supere a las emociones de los primeros momentos».

La reunión de la Liga Arabe estuvo acompañada por multitudinarias manifestaciones en las principales capitales del mundo árabe para protestar por la firma del tratado. En la capital iraquí, sede de la reunión de la Liga Arabe, más de un millón de personas recorrieron las calles gritando «Sadat, traidor» y profiriendo eslóganes contra el tratado.

Similares escenas se produjeron en Damasco, Beirut y Amman, capital de Jordania, que ayer a primeras horas abandonó el rey Hussein para estar presente en las deliberaciones de la Liga Arabe, si bien sus debates se establecieron a nivel de ministros de Asuntos Exteriores.

Por su parte, la oficina de información de la Organización para la Liberación de Palestina (QLP), Wafa, difundió ayer un comunicado en el que explica que los pales tinos usarán de todo su poder y el de sus aliados para hacer fracasar el tratado de paz.

En lo referente a las medida concretas, la delegación de la OLP en Viena solicitó ayer a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) que inicien un embargo de crudos a Egipto y Estados Unidos, coincidiendo en esto último con Arafat.

Reacciones proárabes

En la comunidad de los países de la Europa del Este la condena del tratado se unió. a la opinión de la mayoría de los Estados árabes.

Para la Unión Soviética, la firma del acuerdo es una coalición de las fuerzas imperialistas y el sionismo contra el pueblo árabe, como informa nuestro corresponsal en Moscú, Ismael López Muñoz. La agencia Tass, en un despacho transmitido desde su oficina en Washington, afirma que el tratado ha recibido el apoyo del secretario general de la ONU y de Pekín, que «pronto establecerá relaciones con Tel-Aviv». Noticias procedentes de China dan cuenta de que la prensa no ha hecho ningún comentario de la firma, limitándose a informar del hecho.

Finalmente, el órgano oficial del PC soviético, Pravda, refleja las palabras del secretario general de la ONU, Kurt Walheim, quien ha declarado tener sus dudas sobre el acuerdo.

La prensa húngara y checoslovaca se mostró también contraria a la firma, y el diario yugoslavo oficial Borba comentó el hecho con escepticismo sin hacer especial mención a una condena.