Balances contradictorios de la huelga iniciada ayer en la enseñanza privada

El primer día de la huelga convocada por los sindicatos independientes de la enseñanza privada se caracterizó por la absoluta contradicción en las cifras de incidencia. Si para los sindicatos convocantes, los efectos de la huelga se dejaron sentir en la práctica totalidad de las provincias, incluso en aquellas donde en principio no había sido convocada, como en Barcelona y Valencia, para el Ministerio de Educación el paro no llegó a afectar más que a un tercio de los centros educativos. Informa Esteban S. Barcia.

Según las estimaciones iniciales de los sindicatos independientes, la huelga habría de afectar a unos dos millones de alumnos, 50.000 trabajadores y 5.800 centros.El paro, que hasta el último momento ha sido calificado por diversos partidos políticos, sindicatos y entidades ciudadanas como una verdadera «huelga patronal», se inició «con absoluta normalidad y orden», según fuentes de la Federación de Sindicatos Independientes de la Enseñanza (FSIE), y «sin que los empresarios procedieran en ningún caso al lock-out, aunque, lógicamente, en los colegios donde los profesores no han acudido a clase, se ha enviado a los alumnos a casa ».

No obstante estas afirmaciones, se sabe que en muchos casos los propios directores y propietarios de los centros indicaron a los alumnos, ya el pasado viernes, que el lunes no asistieran a clase e incluso en ciertos casos se les anticipó que el paro duraría por lo menos una semana.

Alrededor de las dos de la tarde, los datos sobre incidencia del paro, convocado para conseguir la equiparación salarial del profesorado privado con el estatal, eran contradictorios, según las fuentes de que se tratase. Así, para la organización empresarial ACADE, que en todo momento se ha opuesto a la huelga y denunciado los presuntos intentos de cierre patronal promovidos por la otra asociación empresarial, CECE, sólo 31 de los 1.080 centros privados existentes en Madrid habrían cerrado, por lo que calificó la huelga como un fracaso.

En idéntico sentido se manifestaron las federaciones sindicales de Enseñanza de CCOO, UGT y UCSTE. Según la primera de estas centrales, y a tenor de sus datos, el paro sólo habría sido secundado por el 30% del profesorado del sector. Para FETE-UGT, que se confirmó en su reiterado criterio de que la huelga es un verdadero lock-out patronal, el paro sólo afectó a veintitrés centros de Madrid, lo que supondría el 5 % del total de los de la provincia.

Por su parte, FESIE y FESITECGT, los sindicatos convocantes, afirmaban a primeras horas de la tarde que el paro se extendía, incluso, a aquellas provincias en las que no había sido convocado, como es el caso de Barcelona y Valencia.

En el País Vasco, tan sólo en Vizcaya tuvo cierta repercusión el llamamiento a la huelga -según informó nuestro corresponsal Patxo Unzueta-, a quien fuentes sindicales adelantaron la cifra de veinte o veinticinco centros cerrados durante lajornada de ayer, sobre un total de 258 oficialmente reconocidos dentro de la provincia.

Efe informó, por su parte, que el paro afectó al 100% de los centros en las provincias de Cádiz, Ciudad Real, Cáceres, Segovia, Palencia y Soria.

María del Mar Rosell informó desde Salamanca que en aquella provincia también incidió la huelga en el 100% de los centros privados y que, dada la escasa representatividad de los sindicatos independientes en la zona, dicho paro había sido convocado directamente por los directores y titulares de los colegios.

Amenazas y promesas del MEC

En fuentes del Ministerio de Educación y Ciencia, donde a primeras horas de la mañana consideraban «prematuro» hacer cualquier declaración, dijeron más tarde, a nuevos requerimientos de Europa Press, que, de acuerdo con la legislación vigente, el MEC podría retener los haberes, e incluso retirar las subvenciones, a los centros no estatales que las reciben, si incumpliesen gravemente sus compromisos educativos.

«El Gobierno -añadieron- no puede quedar inerme ante un conflicto generalizado en la enseñanza. Sería una omisión en el ejercicio de la autoridad.

Pese al tono conminatorio de estas afirmaciones, las mismas fuentes señalaron que el MEC no, descarta una posible reconsideración de los presupuestos para 1979, con objeto de proceder a una elevación limitada de las subvenciones. A partir de enero de 1980, éstas experimentarán un incremento, previsto en el informe económico del proyecto de ley de Financiación de la Enseñanza Obligatoria y, de acuerdo con el plan ministerial, en el curso 1980-81 se conseguirá igualar la financiación pública a los costos reales de la enseñanza.

Por otra parte, las primeras estimaciones del Ministerio sobre la incidencia de la huelga la situaban alrededor del 30% de los centros docentes no estatales y de un 25 % en Madrid.

En cuanto a la equiparación de la enseñanza privada con la estatal, reivindicación fundamental que motiva la huelga el Ministerio distingue entre niveles obligatorios y no obligatorios. A este respecto, entiende que el artículo 124 de la ley General de Educación, que no especifica quién tiene que financiar la equiparación salarial de los profesores, no obliga al Ministerio, desde luego, a financiar los estudios de enseñanza media, nivel no obligatorio, pero que empresarios y sindicatos independientes han incluido en el conflicto.